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Importante descenso del número de parados en la provincia de León en el último mes de marzo: 1.016 personas menos (-2,93%) según los datos publicados hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. León es la provincia de la comunidad donde más ha descendido el desempleo. Sin embargo, y tras un año especialmente duro, la pandemia deja en la provincia 2.585 parados más (+ 8,32%) respecto al mismo periodo del año anterior y alcanza un total de 33.657 desempleados.
Todos los sectores de actividad registran un descenso en el número de parados pero hay que destacar la mejora del empleo en uno de los más afectados por la crisis, el sector servicios, que registra un descenso de 649 parados en el mes de marzo.
En lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, la provincia gana 914 afiliados en el mes de marzo, un 0,59% más y alcanza los 155.266.
Pese a que tras el impacto de la tercera ola se han podido suavizar las restricciones, ayudando a mejorar los datos de empleo, no ha permitido sin embargo volver a los niveles previos a la pandemia y el mercado laboral sigue sin dar señales claras de recuperación. Las empresas están al límite, han realizado grandes esfuerzos y ajustes desde hace ya más de un año por mantener su actividad.
Administraciones y sociedad en su conjunto han de entender que son las empresas las que crean empleo y que, en momentos como el actual, necesitan máximo apoyo para poder seguir comprometidas con la creación de puestos de trabajo. FELE insiste en que son las empresas las primeras que trabajan para que la situación económica mejore pero han de hacerlo en un contexto favorable.
Las organizaciones patronales como FELE a través de CEOE, CEPYME y CEOE Castilla y León, han ofrecido su absoluta colaboración a las distintas administraciones para poner en marcha planes de rescate sectoriales que inyecten liquidez y ayuden a garantizar la solvencia de las empresas. Asimismo es imprescindible agilizar la llegada de las ayudas comprometidas a los sectores afectados para garantizar su pervivencia.
De forma complementaria y para recuperar la normalidad y la actividad de forma progresiva resulta urgente acelerar el proceso de vacunación para reducir las restricciones a la movilidad y fomentar el consumo.