El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha presidido hoy la Comisión de Asistencia en materia de vialidad invernal en el Centro de Conservación de Carreteras de Dueñas. En la sesión se presentó el Protocolo de Vialidad Invernal 2025-2026, un marco que coordina recursos estatales y autonómicos para responder con rapidez y eficacia a nevadas, hielo y otros fenómenos adversos que puedan comprometer la seguridad en la red viaria de la Comunidad.
“Minimizar los riesgos para los usuarios de las carreteras en cualquier punto de nuestra comunidad es una prioridad para todas las administraciones”, subrayó Sen, destacando la actuación conjunta de todos los organismos implicados.
Un dispositivo a la escala del territorio
Castilla y León, con 94.000 km² y casi 5.700 km de carreteras —2.300 km de ellos autovías y autopistas—, contará este invierno con un despliegue sin precedentes para prevenir cortes, atender incidencias y mantener la circulación en condiciones seguras.
Despliegue material: quitanieves, sensores y almacenamiento
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457 máquinas quitanieves (444 de empuje y 13 dinámicas).
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239 equipos esparcidores de salmuera y 457 dispositivos de maquinaria específica.
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116 estaciones meteorológicas (6 móviles) para anticipar episodios y ajustar las intervenciones.
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Capacidad de 89.235 toneladas entre 82 naves de cloruro sódico y 182 silos de fundentes.
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Hasta 5,5 millones de litros de salmuera almacenados en 73 depósitos.
Punto clave: el refuerzo tecnológico y logístico permite actuar de forma preventiva, optimizando rutas y tiempos de respuesta.
Despliegue humano: respuesta 24/7 y refuerzos escalables
El operativo moviliza alrededor de 3.000 profesionales del Estado. Además, la coordinación permite refuerzos según la situación:
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Cerca de 7.000 guardias civiles y más de 3.000 agentes de la Policía Nacional en la Comunidad.
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UME: contingente inicial de 500 efectivos del Quinto Batallón con base en León y hasta 3.000 adicionales de otras unidades si fuese necesario.
Objetivo: asistencia directa a personas afectadas, rescate y restablecimiento de la circulación con la máxima rapidez.
Tres fases de activación del protocolo
Fase de alerta. Se activa cuando AEMET emite aviso rojo o naranja por nevadas, o amarillo que afecte a poblaciones de más de 20.000 habitantes. Se movilizan quitanieves y esparcidores y Tráfico refuerza la vigilancia.
Fase de preemergencia. Ante nieve intensa o acumulaciones que dificultan seriamente la circulación en la RCE, se constituye de forma permanente el Comité Ejecutivo, se despliegan medios de emergencia —incluida la UME previa constitución del CECOPI— y se aplican restricciones de tráfico coordinadas con la DGT.
Fase de emergencia. Cuando hay personas bloqueadas en vehículos, el Comité Ejecutivo se reúne de inmediato. Se organizan evacuaciones, albergue y asistencia, y se intensifican las intervenciones de quitanieves, UME y Guardia Civil.
Colaboración institucional y mando único
Al cierre de la comisión, Sen insistió en la colaboración estrecha con la Junta de Castilla y León, Ayuntamientos, Diputaciones y comunidades limítrofes, así como con Protección Civil, DGT, Guardia Civil, Policía Nacional, Delegación de Defensa, UME y Carreteras.
Claves del modelo: mando único, información en tiempo real y protocolos comunes para proteger la seguridad vial en toda la Comunidad.