El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, acompañado del director del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, Álvaro Rodríguez Fominaya y del artista Ai Weiwei, han presentado hoy ‘Ai Weiwei. Don Quixote’, una extensa muestra que recoge una selección de trabajos producidos durante los últimos veinte años por “este creador imprescindible en el panorama artístico internacional, reconocido por su capacidad de fusionar arte y activismo político”, ha señalado Santonja. La muestra se abre al público mañana de 18:00 a 21:00 horas, con entrada libre hasta completar el aforo. Con motivo de la inauguración, la entrada al museo será gratuita los días 9 y 10 de noviembre, y mañana, a las 18:00 horas, tendrá lugar una conversación entre Ai Weiwei y Álvaro Rodríguez Fominaya, comisario de ‘Don Quixote’, con acceso libre hasta completar el aforo. El domingo se ofrecerán visitas guiadas a la exposición a las 12:00 y 18:00 h.
El consejero ha destacado que esta muestra reúne dos hitos: “el primero es que se trata de uno de los proyectos más ambiciosos realizados por Ai Weiwei hasta la fecha y el segundo, que ha sido diseñado en exclusiva para el MUSAC, único centro en el que podrá visitarse y donde permanecerá hasta el 18 de mayo de 2025. Constituye un acontecimiento cultural extraordinario que nos acerca a la figura y obra de este reconocido creador”.
‘Ai Weiwei. Don Quixote’ incluye cuarenta y dos obras entre instalaciones, vídeos, películas y cuadros ejecutados con ladrillos de juguete. Se trata, además, de la primera exposición que exhibe en profundidad la serie de cuadros realizados por Ai Weiwei (Pekín, 1957) con esta técnica, que constituyen el hilo conductor del proyecto: diecinueve obras en las que el artista parte de los cuarenta colores disponibles de estas piezas de plástico de juguete para producir imágenes que recrean cuadros de la historia del arte, modifican fotografías procedentes de los medios de comunicación o recrean obras del propio Ai Weiwei, realizadas anteriormente con otras técnicas. Entre estas piezas destaca ‘The Third of May’ [El tres de mayo] (2023), un gran cuadro inédito, producido específicamente para esta muestra, que versiona la obra de Goya ‘El tres de mayo de 1808 en Madrid’.
Con estas piezas de juguete, el artista propone un desafío audaz a la pintura tradicional bidimensional. “Son la herramienta perfecta para cuestionar el pasado político y estético del arte”, admite Ai Weiwei. “Elegí los ladrillos de LEGO porque son completamente ajenos a mí: son neutros, incluso absurdos, con una paleta limitada a cuarenta colores. Usar este material para cuestionar mensajes políticos o estéticos del pasado me parece especialmente adecuado, ya que no carga con el peso de formas de expresión artística tradicionales como la pintura o la escultura. En cierto sentido, estos ladrillos de juguete nos liberan de las cargas del bagaje artístico histórico”.
Con más de 1700 m2, ‘Don Quixote’ es uno de los proyectos expositivos más ambiciosos hasta la fecha del artista y disidente chino. Comisariada por el director del MUSAC, Álvaro Rodríguez Fominaya, la muestra ha sido diseñada junto al artista en exclusiva para el museo leonés, cuyas salas permiten albergar algunas de sus obras más monumentales, imposibles de exponer en otros museos. Es el caso de la instalación La Commedia Umana (2017-2021), que se expone por primera vez en un museo. Con más de ocho metros de alto y 2.700 kg de peso, es uno de los candelabros de Murano de mayor tamaño realizados nunca y surge de las reflexiones del artista sobre el humanismo y la humanidad, así como de su defensa de la libertad de expresión.
Para encontrar el origen de Don Quixote es necesario retroceder hasta la infancia del artista. Su padre, el poeta Ai Qing, tuvo entre sus libros una edición de la obra maestra de Cervantes, que Ai Weiwei recuerda vívidamente por su bella portada e ilustraciones y la breve introducción a la historia que su padre le hizo. Viviendo en los desiertos remotos de Xinjiang, donde la familia había sido deportada, la extravagante pareja formada por Don Quijote y Sancho Panza despertó su imaginación infantil y le reveló que se podía concebir todo un mundo de fantasía, más allá de la doctrina maoísta.
“Don Quixote no se ha concebido como una retrospectiva”, explica Álvaro Rodríguez Fominaya, comisario de la exposición. “Aun así, en la muestra quedan reflejadas las grandes inquietudes humanistas de Ai Weiwei: desde la libertad de expresión, las crisis migratorias, la defensa de los derechos humanos, hasta lo que el propio artista define como el declive del humanitarismo. Además, casi todas sus grandes series están representadas en la muestra, en un arco cronológico que va desde 2008 hasta 2023”.
La exposición refleja asimismo el amplio léxico material del artista: de la madera a la cerámica y del ready-made al bambú, de la literatura al lenguaje fílmico. Una de las características definitorias de su trabajo es la combinación de técnicas artesanales milenarias –como podemos observar en sus obras de bambú o cerámica– y ready-made, que da forma a los temas que integran su proceso creativo, desde la geopolítica hasta el humanismo.
Publicación
El proyecto se completa con una publicación editada por MUSAC y diseñada por Lacasta Design que estará disponible a partir del mes de diciembre. El catálogo, ilustrado con imágenes de las obras expuestas y vistas de la exposición, incluye una introducción de Álvaro Rodríguez Fominaya, textos del escritor Luis Mateo Díez y del propio Ai Weiwei, así como una entrevista con el artista y textos descriptivos de las obras de Montserrat Pis Marcos.
Ai Weiwei. Nota biográfica
Ai Weiwei (Pekín, China, 1957) desarrolla una actividad diversa y prolífica en campos como la instalación escultórica, el cine, la fotografía, la cerámica, la pintura, la escritura y las redes sociales. Como artista conceptual que fusiona la artesanía tradicional con su herencia china, Ai Weiwei se mueve libremente entre diversos lenguajes formales para reflexionar sobre la situación geopolítica y sociopolítica contemporánea. La vida y la obra de Ai Weiwei interactúan sin descanso y se influyen mutuamente en una confluencia que a menudo se extiende a su activismo y a su defensa de los derechos humanos internacionales.
Ai Weiwei ha expuesto de manera individual recientemente en Design Museum, Londres (2023); Albertina Modern, Viena (2022); Museo Serralves de arte contemporáneo, Oporto (2021). Además de Royal Academy, Londres (2015); Brooklyn Museum, Nueva York (2014); Turbine Hall, Tate Modern, Londres (2010) o la documenta 12, Kassel (2007), entre muchos otros.
Entre las colaboraciones arquitectónicas de Ai Weiwei figuran el pabellón de la Serpentine Gallery de 2012 y el Estadio Olímpico de Pekín de 2008, con Herzog y de Meuron. Entre los numerosos premios y galardones recibidos, destacan el Praemium Imperiale de escultura de la Asociación Japonesa de Arte, que le fue concedido en Tokio en 2022; el galardón a la trayectoria profesional de los Premios Chinos de Arte Contemporáneo de 2008; y el nombramiento como académico honorario de la Royal Academy of Arts de Londres en 2011. Su labor como defensor de los derechos humanos ha sido reconocida con el Premio Václav Havel a la Disidencia Creativa en 2012 y con el Premio Embajador de Conciencia de Amnistía Internacional en 2015. Las memorias del artista, ‘1000 años de alegrías y penas’, se publicaron en 2021, y la novela gráfica autobiográfica ‘Zodiac: A Graphic Memoir,’ creada en colaboración con Elettra Stamboulis y Gianluca Costantini, se ha editado en 2024.