
El Día Mundial del Desarrollo Rural se conmemora cada 7 de julio con el objetivo de promover políticas y acciones que impulsen el bienestar de las comunidades rurales, reconociendo su papel clave en la producción de alimentos, el cuidado del medio ambiente y el equilibrio territorial.
A pesar de su enorme relevancia, las zonas rurales suelen enfrentar desigualdades estructurales, como el acceso limitado a servicios básicos, educación, tecnología y oportunidades laborales. Según datos de organismos internacionales como la FAO y el PNUD, el 80% de las personas que viven en situación de pobreza extrema en el mundo habita en áreas rurales.
¿Qué implica el desarrollo rural?
El desarrollo rural no se reduce solo al crecimiento agrícola. Implica crear condiciones equitativas para que las comunidades rurales puedan prosperar sin tener que abandonar sus territorios. Esto incluye:
- Acceso a educación de calidad.
- Infraestructura adecuada (vivienda, caminos, energía, conectividad).
- Servicios de salud accesibles.
- Promoción del empleo rural no agrícola.
- Sostenibilidad ambiental y adaptación al cambio climático.
En un contexto global marcado por la urbanización acelerada, el cambio climático y la inseguridad alimentaria, el desarrollo rural es esencial para construir sociedades más resilientes y justas.
Un llamado a la acción
Organizaciones sociales, gobiernos y organismos multilaterales aprovechan esta fecha para recordar que el mundo rural no puede quedar atrás en los procesos de desarrollo. Se trata de garantizar que los jóvenes no tengan que emigrar por falta de oportunidades, que las mujeres rurales tengan voz y acceso a recursos, y que las prácticas agrícolas sean sostenibles y dignas.
Además, invertir en el campo es estratégico: la agricultura familiar, por ejemplo, produce más del 70% de los alimentos en muchos países del mundo.
¿Qué se puede hacer desde lo local?
La conmemoración del Día Mundial del Desarrollo Rural invita también a la reflexión desde lo comunitario. Apoyar mercados locales, fomentar la agroecología, impulsar cooperativas rurales y promover el turismo sostenible son algunas de las acciones concretas que pueden realizarse a nivel local.
El desarrollo rural es una responsabilidad compartida y una oportunidad para reequilibrar las sociedades. En este 7 de julio, la invitación es clara: mirar al campo no como un pasado que se abandona, sino como un futuro que se construye