
Cada 7 de agosto, el mundo conmemora el Día Mundial de los Faros, una jornada dedicada a reconocer la importancia histórica, cultural y funcional de estas construcciones que durante siglos han servido como guías luminosas para embarcaciones en alta mar.
La iniciativa nació con el objetivo de concienciar sobre la conservación de los faros, muchos de los cuales han caído en desuso debido a los avances tecnológicos en navegación. Sin embargo, su valor patrimonial y simbólico continúa siendo enorme, atrayendo a turistas, fotógrafos y amantes del mar en todo el mundo.
Actualmente, organizaciones como la Asociación Internacional de Señalización Marítima (IALA) y grupos locales promueven actividades culturales, visitas guiadas y campañas educativas para poner en valor estos monumentos marítimos. Los faros, más allá de su función técnica, representan seguridad, esperanza y resistencia frente a las adversidades del océano.
En países como España, Francia, Estados Unidos o Australia, el Día Mundial de los Faros se celebra con eventos especiales que incluyen la apertura de faros históricos al público, exposiciones fotográficas y charlas sobre la historia de la navegación.
Con la mirada puesta en el futuro, se busca equilibrar la modernización de la señalización marítima con la preservación de los faros como parte del legado cultural y natural de las costas.