Cada 17 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Dolor, una jornada impulsada por entidades sanitarias y asociaciones de pacientes para visibilizar un problema que afecta a millones de personas. En esta fecha, se recuerda que el dolor no tratado limita la autonomía, deteriora la salud mental y reduce la calidad de vida, por lo que requiere atención temprana, abordaje multidisciplinar y acceso equitativo a terapias eficaces.
¿Por qué es importante esta fecha?
La efeméride subraya que el dolor no es “normal” ni debe asumirse como inevitable. Reconocerlo, medirlo y tratarlo adecuadamente evita cronificaciones, reduce el absentismo y mejora el bienestar social. También promueve políticas públicas que prioricen la atención al dolor en todos los niveles asistenciales.
Claves para un abordaje integral
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Evaluación personalizada: historia clínica, escalas de dolor y objetivos funcionales.
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Tratamiento combinado: fármacos indicados, fisioterapia, ejercicio adaptado y terapias psicológicas.
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Educación en salud: conocer desencadenantes, pautas posturales y técnicas de autocuidado.
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Seguimiento continuado: revisar resultados y ajustar el plan cuando sea necesario.
Señales de alerta que requieren consulta
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Dolor persistente durante semanas que interfiere con el sueño o el trabajo.
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Empeoramiento progresivo o aparición de nuevos síntomas (fiebre, pérdida de fuerza, alteraciones neurológicas).
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Impacto emocional notable: ansiedad, irritabilidad o tristeza asociadas al dolor.
Compromiso social y sanitario
En esta jornada, profesionales y organizaciones llaman a reforzar la investigación, formar equipos especializados y acercar recursos a población rural y urbana por igual. La sensibilización y la eliminación de estigmas son esenciales para que quienes sufren pidan ayuda sin miedo ni retrasos.
Qué puede hacer la ciudadanía hoy
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Informarse en fuentes fiables y compartir mensajes de sensibilización.
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Acompañar a personas del entorno que conviven con dolor.
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Promover hábitos saludables: actividad física adaptada, sueño regular y manejo del estrés.
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Reclamar atención: si el dolor limita la vida diaria, consultar a profesionales y no “normalizarlo”.
En resumen: el Día Mundial contra el Dolor recuerda que aliviar el dolor es un derecho y que existen soluciones cuando el abordaje es temprano, coordinado y centrado en la persona.