
La Universidad de León celebró el pasado jueves la graduación de la promoción 2020/2024 del grado de Ingenierías Agraria en un contexto donde la alta demanda de profesionales cualificados convierte a los recién egresados en piezas claves para afrontar retos como el futuro del sector primario, la sostenibilidad o la optimización de los recursos en el medio rural.
Un acto con el que una veintena de estudiantes ha simbolizado el cierre de su paso por la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la ULE, que en sus casi 60 años de historia se ha consolidado como un referente en la formación de profesionales altamente cualificados y comprometidos con el desarrollo e impulso del sector.
Así lo ha puesto de manifiesto la rectora Nuria González, que ha destacado la alta empleabilidad de los estudiantes del grado en Ingenierías Agraria “con paro cero en el sector” en un contexto en el que su papel es clave para dar respuesta a desafíos como el cambio climático, la escasez de recursos y la seguridad alimentaria.
“Vosotros, ingenieros técnicos agrícolas, estáis llamados a ser los encargados de transformar la producción agroalimentaria, optimizar los recursos del campo y garantizar la viabilidad del medio rural. La formación recibida en esta escuela os ha dotado de herramientas para resolver y anticiparos a los problemas y ofrecer respuestas que generen un impacto positivo en nuestro entorno”.
FUTURO LABORAL EN LEÓN
Un camino profesional que la rectora invitó a encaminar hacia León, una provincia con una fuerte base agrícola, rural y medioambiental cuyo futuro “depende de profesionales altamente cualificados como vosotros, que seréis capaces de contribuir al desarrollo sostenible y progreso de nuestra provincia”.
Una idea en la que coincidió el alcalde de León, José Antonio Diez, que hizo énfasis en el papel determinante que el campo y el sector agroalimentario tienen para el futuro de la ciudad y la provincia, a la par que trasladó su felicitación a la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal “por trabajar cada año para convertirse en un centro formativo del más alto nivel y a la Universidad por su ejemplo continuo de adaptación”.
Un acto que contó con la participación del jefe territorial de Agricultura y Veterinaria de la Junta de Castilla y León, Fidentino Reyero, así como de numerosos representantes de colegios profesionales y empresas que colaboran estrechamente con la Universidad, que coincidieron en trasladar la necesidad de mantener una formación continua a lo largo de la trayectoria laboral.
A ellos se dirigió el director de la Escuela, Luis Hérraez, que reconoció estar en deuda con el sector “ante la dificultad de aportar los profesionales que se nos demandan”, en un contexto “de magníficas oportunidades laborales para los ingenieros agrarios”.
‘Trashumancia, merinas y lana’ fue el título de la conferencia impartida por el ingeniero agrícola Manuel Rodríguez Pascual, en un acto en el que se hizo entrega del premio del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y Graduados Agrícolas de León a Biocelama, por su contribución y compromiso con el sector y la Escuela, y del premio Ceres, con el que los estudiantes reconocieron a Julio Viejo como mejor docente, “por la huella profunda que ha dejado en todos nosotros”.