
Para cualquier compañía teatral realizar tres montajes de tres obras diferentes en solo 15 días sería un hito reseñable. Cuando eso lo protagoniza una compañía formada por actores aficionados el mérito de llevar a cabo esa triple función es más que sobresaliente.
Eso será lo que protagonice la compañía leonesa de Azadinos, Tilín Telón Teatro, que este sábado 25 de octubre, a las 19:30 horas, pondrá en escena sobre las tablas del escenario de la Casa de Cultura de La Robla la obra ‘Qué bollo es vivir’ cerrando su tríptico más ambicioso.
La cita en La Robla será el mejor colofón para dos semanas inolvidables para Tilín Telón en la recta final del año de sus ‘bodas de plata’ que iniciaron protagonizando la obra ‘Alfonso IX, el rey ciudadano’ en un escenario tan emblemático como el Teatro Zorrilla de Valladolid; que continuaron ante los suyos llenando a reventar el Auditorio Café Quijano de Azadinos con el estreno de su nueva obra, ‘No hay bar que por bien no venga’; y que completarán con la representación de uno de los montajes que han escenificado en los últimos años, ‘Qué bollo es vivir’.
Tres obras muy distintas que obligarán al cuadro de actores y actrices de Tilín Telón a volver a cambiar de registro, en esta ocasión para protagonizar una comedia de Antonio de Lara Gavilán, ‘Tono’, un autor de la Generación del 27, que la compañía leonesa ha recuperado en este texto que estaba perdido en el olvido y que les obligó a hacer una importante labor de búsqueda en bibliotecas para completar una obra de la que tenían sólo una parte del texto.
En ‘Qué bollo es vivir’, Tilín Telón mostrará la vida de una familia burguesa de la década de los 50 del siglo XX, que hay que disfrutar situándose en aquel tiempo real, sin contaminación ni interpretaciones, ni prejuicios del presente. Algunas expresiones, algunas situaciones resultarán anacrónicas para el espectador, incluso incorrectas, pero son una perfecta definición “de dónde venimos y hasta dónde hemos llegado” a través de una trama que se desarrolla en medio de un batiburrillo de hilarantes disparates, de enredos, confusiones entre los miembros de una acomodada familia, en la que no hay más cordura que la que desprenden los ancianos padres. Un caos aparentemente desordenado en el que una esposa con su vida acomodada esconde una mujer incomprendida, que se lamenta de su vida, incompleta, vacía, insatisfecha con ser simplemente “la mujer de”.