La polémica vuelve a sacudir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Montse Tomé, la ya ex seleccionadora de la Selección Femenina, ha concedido una entrevista en ‘El larguero’ donde ha criticado duramente a la cúpula federativa y, en particular, al presidente Rafael Louzán, por la forma en que se produjo su despido.
Tomé ha denunciado que nadie de la RFEF le comunicó oficialmente su cese, y que se enteró de la decisión a través de un mensaje de su representante. «Me entero de que no seguiré al frente de la Selección a través de un mensaje de mi representante», afirmó, mostrando su decepción y malestar por la falta de transparencia.
La entrenadora ha acusado a Louzán de «faltar a su palabra», revelando que él le había prometido que continuaría en el cargo si la selección hacía una «buena Eurocopa». A pesar de que el equipo llegó a la final y se proclamó subcampeón, un resultado que muchos consideran un éxito, parece que para el presidente no fue suficiente. Esta situación ha dejado a Tomé profundamente «decepcionada», sintiendo que la palabra del máximo responsable de la RFEF no ha sido respetada.
El subcampeonato de la Eurocopa, en la que la selección perdió la final contra Inglaterra en la tanda de penaltis, contrasta con el trato recibido por Tomé. La entrenadora ha destacado el apoyo de las jugadoras, quienes le han enviado «mensajes» y le han «llamado en privado», demostrando su cariño y respeto. «Siempre me he sentido muy respetada y muy querida», subrayó.
Descartada la influencia del ‘caso Hermoso’
Al ser preguntada sobre si su despido podría ser una especie de represalia o castigo por haber dejado fuera de la convocatoria a Jenni Hermoso en un momento polémico, Tomé ha sido contundente al descartar esta idea. La ex seleccionadora insistió en que su forma de trabajar no contempla este tipo de presiones. «No quiero pensar eso, porque es que mi cabeza, o sea, mi manera de trabajar, mi manera de ser, no contempla eso», remarcó.
Tomé defendió que una selección «no es de una, dos o tres jugadoras», sino de todo el equipo. «Un día estás y mañana no estás, dependiendo del rendimiento y las decisiones que tomemos. Y ahí tiene que haber un absoluto respeto, independientemente de cómo te llames», puntualizó, dejando claro que sus decisiones se basaban únicamente en criterios deportivos y no en polémicas externas.
