
Tras 33 largos años de vida en cautividad en el Coto Escolar de León, Luna y Ponderoso, los dos osos pardos, han iniciado una nueva etapa en sus vidas. Ambos han llegado exitosamente a su nuevo hogar: el santuario Gnadenhof für Bären en Bad Füssing, cerca de Múnich, Alemania. Este traslado marca el inicio de una vida en condiciones que les permitirán, por fin, desarrollar sus comportamientos naturales y vivir con la libertad que les fue negada durante décadas.
El viaje, gestionado por la empresa Zootransfer, se realizó sin incidentes y bajo estrictas medidas de seguridad y bienestar animal. Los osos llegaron a Alemania el pasado miércoles por la mañana. Una vez en el santuario, fueron descargados sin dificultades y trasladados a las instalaciones de cuarentena. En esta zona, permanecerán durante tres días mientras se esperan los resultados de sus análisis de sangre, siguiendo los protocolos veterinarios del centro para garantizar su salud y la de los demás animales.
Desde la Fundación FAADA y el Partido Animalista PACMA, organizaciones clave en este rescate, se ha recibido con gran emoción la confirmación del buen estado de salud de Luna y Ponderoso, así como su progresiva adaptación al nuevo entorno. “Tras décadas de cautividad, ahora tendrán por fin la oportunidad de explorar y vivir en un espacio adecuado a las necesidades de su especie”, han expresado conjuntamente desde ambas organizaciones, subrayando la importancia de este logro.
Actualmente, los osos se encuentran en un recinto específico dentro de la zona de cuarentena, un paso necesario antes de su integración en las 10 hectáreas de terreno compartido con otros 14 osos también rescatados. Este espacio les ofrecerá la oportunidad de socializar y vivir en un entorno mucho más amplio y natural.
“Verlos llegar sanos y tranquilos ha sido un momento muy especial. Se trata de un logro colectivo fruto de meses de trabajo, coordinación y compromiso”, ha declarado el equipo del santuario, un refugio que acoge a más de 500 animales de diferentes especies rescatados de situaciones de maltrato o abandono.
FAADA y PACMA insisten en que este caso debe servir de ejemplo para otros municipios que aún mantienen instalaciones similares. Su mensaje es claro: el cambio es posible cuando existe voluntad política y compromiso con el bienestar animal. Ambas organizaciones mantendrán un estrecho contacto con el santuario para seguir de cerca la adaptación de Luna y Ponderoso, y han anunciado su intención de visitarlos en los próximos meses, una vez que su integración en el santuario sea completa.
Este rescate es un faro de esperanza y un recordatorio de que la libertad y el respeto animal son posibles cuando se unen esfuerzos por una causa justa.