
El sindicato USO denuncia la grave situación de abandono y negligencia que sufre el servicio de urgencias del Hospital de León por parte del SACYL. A pesar de los reiterados avisos y recomendaciones emitidas por la Inspección de Trabajo, las condiciones del servicio no solo no han mejorado, sino que se han agravado con el paso del tiempo. Esta situación pone en riesgo tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes que acuden al centro en busca de atención médica urgente.
El servicio de urgencias del Hospital de León se encuentra en un estado vetusto en cuanto a su equipamiento y aparataje. Los planes de necesidades proyectados en los últimos cinco años no se han cumplido, lo que ha derivado en una falta de recursos materiales indispensables para la correcta atención de los pacientes. Esta situación supone un grave problema en la prestación de servicios sanitarios, afectando la calidad asistencial y aumentando los tiempos de respuesta en situaciones críticas.
La Inspección de Trabajo emitió una resolución en Septiembre del año 2018 en la que se establecía un plazo de tres meses para modificar todas aquellas condiciones que incumplían la normativa en materia de prevención de riesgos laborales en el servicio de urgencias. Sin embargo, han pasado siete años sin que se haya ejecutado ninguna de las modificaciones exigidas.
A lo largo de este tiempo, han pasado cuatro gerentes por la dirección del centro sin que ninguno haya tomado medidas efectivas para solucionar esta problemática. La dirección de gestión sigue sin ofrecer respuestas concretas y continúa posponiendo las reformas necesarias, justificando su inacción con la excusa de la falta de presupuesto y la necesidad de elaborar un «plan director» que nunca se materializa
La situación de hacinamiento en los boxes de urgencias es otro de los problemas más alarmantes. En espacios de apenas 8 metros cuadrados, se encuentran dos pacientes con sus respectivos acompañantes, lo que genera una situación de hacinamiento insostenible. En estas condiciones, se realizan técnicas médicas sin garantizar la mínima privacidad e intimidad de los pacientes.
Es inadmisible que un paciente se vea obligado a escuchar información médica sobre el estado de otro, vulnerando de manera flagrante su derecho a la confidencialidad. Además, es indigno que en estos reducidos espacios se lleven a cabo procedimientos médicos invasivos sin respetar la privacidad que toda persona merece en momentos de vulnerabilidad.
Ante la absoluta inacción de las autoridades sanitarias, USO ha interpuesto una denuncia ante la Inspección de Trabajo por el incumplimiento de las recomendaciones emitidas previamente. Además, el sindicato está valorando la posibilidad de llevar el caso ante los tribunales por negligencia y abandono, al considerar que la situación supone un riesgo innecesario para los profesionales sanitarios y los pacientes.
USO también aporta la resolución de la Inspección de Trabajo como prueba de la dejadez de la administración y exige una respuesta inmediata por parte del SACYL y de las autoridades competentes. No es aceptable que después de siete años de promesas incumplidas, la situación continúe igual o peor.
Desde el sindicato USO exigimos:
- La renovación inmediata del equipamiento médico en el servicio de
- La ejecución de las reformas estructurales necesarias para garantizar la seguridad de pacientes y profesionales.
- El cumplimiento estricto de las normativas de prevención de riesgos
- La garantía de la confidencialidad y privacidad de los pacientes en todo
- La dotación presupuestaria suficiente para llevar a cabo estas mejoras de manera inmediata y sin excusas.