Ante la devastadora ola de incendios que asola el país, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha adelantado la posibilidad de incrementar el número de militares desplegados en las zonas afectadas. Sin embargo, ha sido tajante al aclarar que estos nuevos efectivos no participarían en la lucha directa contra el fuego, sino que se destinarían a labores de apoyo logístico, como transporte y mantenimiento.
Esta declaración surge en un contexto de intensa polémica política, con el Partido Popular reclamando una mayor presencia del Ejército en las tareas de extinción sin la necesidad de elevar el nivel de emergencia en las comunidades autónomas. Robles ha respondido directamente a estas peticiones, enfatizando que para la lucha directa ya está la Unidad Militar de Emergencias (UME), una unidad especializada y la única preparada para este tipo de labores.
«No hacer política» en la peor crisis de la UME
Robles ha subrayado que la UME está «volcada en el ataque directo al fuego», con 3.000 efectivos ya desplegados en el terreno. La ministra ha lamentado la «terrible» situación y ha instado a «no hacer política» con un problema de tal magnitud. En un claro dardo al PP, ha explicado que sacar al Ejército no es la solución, ya que sus efectivos no están preparados para el combate directo contra las llamas, a diferencia de la UME. Ha insistido en que lo importante no es la cantidad de medios, sino que estos sean «los adecuados».
La titular de Defensa ha calificado la situación actual como «algo jamás visto» en los 20 años de historia de la UME. Además, ha reconocido que las previsiones no son alentadoras, ya que «hasta que no haya un cambio climatológico no vamos a poder controlar el fuego». Robles ha finalizado su intervención elogiando el trabajo de los militares de la UME, destacando que, a pesar de los riesgos, están mostrando una enorme profesionalidad, incluso sufriendo accidentes con heridas leves.
