
El Festival de Exaltación del Botillo ha recibido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional por parte de la Secretaría de Estado de Turismo. La distinción llega tras comprobar que la solicitud presentada por el Ayuntamiento de Bembibre cumple con todos los requisitos de la orden ministerial que regula estas menciones. El reconocimiento refuerza una celebración que, desde 1973, divulga el embutido más popular de la gastronomía berciana y suma expresiones culturales que hoy la convierten en cita de gran interés turístico, cultural y gastronómico.
Impulso a la imagen de Bembibre y de El Bierzo
La secretaria de Estado, Rosario Sánchez, subrayó que el reconocimiento “es un importante estímulo a la oferta turística de la localidad de Bembibre y de toda la comarca, proyectando su imagen exterior más allá del ámbito nacional”. La declaración potencia la visibilidad del festival y favorece la atracción de visitantes, además de respaldar el trabajo institucional y social desarrollado en torno al botillo.
Medio siglo de tradición con cultura añadida
Desde su primera edición en 1973, el festival ha crecido con actos culturales que enriquecen la experiencia. En 1984 se celebró la I Semana Cultural en torno al evento. Más tarde, en el año 2000, se incorporó la I Feria Agroalimentaria de la Villa de Bembibre, que actúa como escaparate de productos y marcas con denominación de origen berciana. Además, en 2008 la cita ya había sido distinguida como Fiesta de Interés Turístico Nacional, un paso clave en su evolución.
Un hito en el calendario festivo español y de Castilla y León
Con esta declaración, ya son 87 las fiestas populares españolas reconocidas como Fiestas de Interés Turístico Internacional. En Castilla y León, el Festival de Exaltación del Botillo pasa a ser la undécima celebración con este sello. El nuevo estatus sitúa a Bembibre y a El Bierzo en el mapa internacional de eventos gastronómicos con personalidad propia.
Patrimonio gastronómico y proyección turística
El botillo, emblema de la cocina berciana, se convierte así en embajador del territorio. El festival integra tradición, identidad local y promoción económica. También fortalece la marca Bembibre y contribuye a una oferta turística diferenciada, que suma experiencias culturales y agroalimentarias.