Cada 26 de noviembre se celebra el Día Mundial del Transporte Sostenible, una efeméride promovida por la Asamblea General de Naciones Unidas para subrayar el papel decisivo de la movilidad en la reducción de emisiones, la inclusión social y el crecimiento económico.
En 2023, la ONU proclamó oficialmente esta jornada internacional, reconociendo que los sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles son esenciales para conectar personas, empresas y territorios sin comprometer el planeta.
Un día para repensar cómo nos movemos
El Día Mundial del Transporte Sostenible invita a gobiernos, empresas y ciudadanía a reflexionar sobre cómo se desplazan personas y mercancías, y qué impacto provoca cada trayecto. No solo se trata de llegar de un punto A a un punto B, sino de hacerlo reduciendo la huella de carbono, mejorando la calidad del aire y favoreciendo ciudades más saludables.
La Asamblea General de la ONU insiste en que el transporte sostenible es un acelerador transversal: contribuye a la lucha contra el cambio climático, facilita el acceso al empleo, mejora la seguridad vial y ayuda a cumplir la Agenda 2030 y el Acuerdo de París.
Claves del transporte sostenible
Los principios que se destacan cada Día Mundial del Transporte Sostenible pueden resumirse en cinco ejes:
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Menos emisiones y más eficiencia energética mediante vehículos de cero o bajas emisiones, electrificación de flotas y uso de energías renovables.
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Accesibilidad universal, con sistemas de movilidad pensados para personas con discapacidad, población mayor y colectivos vulnerables.
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Seguridad vial reforzada, con infraestructuras adecuadas, control de velocidad y diseño urbano que priorice a peatones y ciclistas.
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Intermodalidad, combinando transporte público, bicicleta, caminar y soluciones compartidas para reducir el uso intensivo del vehículo privado.
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Resiliencia, con infraestructuras capaces de soportar eventos climáticos extremos y crisis futuras.
Estas líneas de acción convierten el Día Mundial del Transporte Sostenible en un recordatorio de que la movilidad debe ser, al mismo tiempo, verde, segura, eficiente e inclusiva.
Ciudades, empresas y ciudadanía: tres actores imprescindibles
El protagonismo de esta jornada no recae solo en las instituciones internacionales. Los cambios se materializan, sobre todo, en el ámbito local.
Por un lado, las ciudades avanzan hacia modelos de movilidad urbana sostenible con carriles bici, zonas de bajas emisiones, refuerzo del transporte público y peatonalización de calles. Cada medida que facilita los desplazamientos a pie, en bicicleta o en autobús reduce la congestión y mejora la calidad del aire.
Por otro lado, las empresas de transporte y logística aceleran la renovación de sus flotas, apuestan por rutas más eficientes y utilizan soluciones digitales para optimizar cargas y reducir kilómetros en vacío. La electrificación del reparto de última milla y el fomento del ferrocarril en el transporte de mercancías son ejemplos de esta transformación.
Finalmente, la ciudadanía tiene un papel decisivo. Elegir el transporte público, compartir vehículo, combinar trayectos en bici con tren o autobús, o teletrabajar cuando es posible, son decisiones cotidianas que reducen de forma directa el consumo de combustibles fósiles.
Impacto climático y urgencia de la transición
El sector transporte es responsable de alrededor del 20 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, una cifra que podría aumentar de manera significativa si no se modifican las tendencias actuales de movilidad.
En este contexto, el Día Mundial del Transporte Sostenible funciona como una llamada global a acelerar la transición hacia:
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Vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
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Redes de transporte público electrificadas y eficientes.
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Infraestructuras para bicicletas y patinetes, que permitan desplazamientos seguros.
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Soluciones inteligentes de gestión del tráfico, basadas en datos, para reducir atascos y tiempos de viaje.
Cada avance en estas áreas contribuye a que la movilidad sea compatible con los objetivos climáticos y con el bienestar de la población.
Educación, sensibilización y futuro de la movilidad
Más allá de las infraestructuras, la jornada también impulsa la educación en hábitos de movilidad responsable. Campañas informativas, talleres, iniciativas en centros escolares y acciones en redes sociales ayudan a difundir la importancia de elegir opciones de transporte más sostenibles.
El Día Mundial del Transporte Sostenible anima a reflexionar sobre cómo será la movilidad del futuro: más conectada, con mayor integración entre modos de transporte, con usos intensivos de la digitalización y con una prioridad clara por la reducción de emisiones.
La combinación de políticas públicas ambiciosas, innovación tecnológica y cambios en los hábitos diarios permitirá que el transporte sostenible deje de ser una aspiración para convertirse en una realidad cotidiana en las próximas décadas.
Una cita anual para no perder de vista el objetivo
Cada 26 de noviembre, el Día Mundial del Transporte Sostenible recuerda que la movilidad es mucho más que un servicio: es un pilar de la calidad de vida, de la competitividad económica y de la protección del medioambiente.
A través de esta conmemoración, Naciones Unidas y los distintos actores implicados subrayan que solo con sistemas de transporte seguros, accesibles y bajos en emisiones será posible avanzar hacia ciudades más habitables, sociedades más justas y un planeta más resiliente.
