Ahora León / Noticias de León / Farmacéuticos de Castilla y León
La II Operación especial del verano ya está en marcha y las carreteras de Castilla y León prevén acoger 7,3 millones de desplazamientos durante el mes de agosto. Por este motivo es necesario recordar las posibles interacciones que algunos medicamentos tienen sobre la capacidad de conducción, y tomar una serie de precauciones que minimicen los riesgos al volante.
En España, según diversos estudios, el 17% de los conductores afirma seguir un tratamiento farmacológico, hecho que se ve agravado porque tres de cada cuatro reconoce no tener información sobre el efecto de su medicación. A esto se suma, además, que muchos de los conductores utilizan medicamentos que no precisan receta y desconocen los riesgos que pueden suponer estos fármacos a la hora de conducir.
En la actualidad, alrededor de 5.700 presentaciones de medicamentos – un 25% de los existentes – incluyen un pictograma consistente en un triángulo equilátero rojo con un coche negro en el interior sobre fondo blanco. Este pictograma alerta sobre la posible interacción del medicamento con la conducción y remite al paciente a ampliar la información con la leyenda “Conducción: ver prospecto”. Estos medicamentos pueden influir en la conducción de muy diversas maneras, bien produciendo un efecto terapéutico contraindicado en caso de conducir, o bien como consecuencia de un determinado efecto adverso.
Uno de los mecanismos a través del cual un medicamento puede afectar al conductor es la somnolencia o efecto sedante. Otros efectos son la reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción, la alteración de la percepción de las distancias, las alteraciones oftalmológicas o de la audición, los estados de confusión y aturdimiento y las alteraciones musculares. Aunque es importante recordar que no siempre el efecto será negativo, puesto que en muchas ocasiones el medicamento permite controlar la patología y mejorar la capacidad de conducción.
Los grupos de medicamentos con mayor efecto en la conducción son:
- Aquellos que actúan sobre sistema nervioso central: antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos, antipsicóticos, etc.
- Antihistamínicos utilizados para el tratamiento de la alergia (efecto mínimo en los de nueva generación como loratadina, cetirizina o mizolastina).
- Relajantes musculares.
- Algunos colirios.
- Numerosos antineoplásicos e inmunomoduladores.
Mecanismos generales a través de los cuales un medicamento podría afectar al conductor
- Somnolencia o efecto sedante
- Reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción.
- Visión borrosa o alteración de la percepción de las distancias.
- Hiperactividad e hiperreactividad.
- Alteraciones oftalmológicas o de la audición.
Consejos con los medicamentos que pueden influir en la conducción
Para evitar estos posibles efectos de los medicamentos a la hora de conducir se recomienda evitar hacerlo al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual, tener especial precaución con la administración conjunta de varios medicamentos, y por supuesto no consumir alcohol. Es importante conocer que algunos medicamentos incluyen alcohol en su composición, por lo que se recomienda consultar el prospecto para conocer su contenido total.
En cualquier caso cada situación debe ser valorada individualmente, ya que un mismo medicamento podría no afectar a una persona y sí hacerlo de forma significativa a otra. Incluso, un mismo medicamento podría influir de forma diversa a la misma persona, en momentos diferentes.
Los farmacéuticos, por su contacto directo con el paciente juegan un papel esencial a la hora de concienciar a la población sobre la importancia de la seguridad vial. La labor informativa del farmacéutico en este sentido es de gran relevancia, ya que por un lado promueve el uso racional de los medicamentos, pero además, conoce todos los medicamentos que puede estar utilizando el ciudadano, requieran o no de receta. En estas vacaciones, ante cualquier duda con los medicamentos y la conducción, los ciudadanos pueden acudir a alguna de las más de 1.600 farmacias comunitarias repartidas por todo el territorio de Castilla y León y consultar con el farmacéutico.