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Una fórmula española para rejuvenecer los ovarios revoluciona la fertilidad global

Investigadores españoles desarrollan terapias como la doble estimulación, la farmacogenética o el plasma rico en plaquetas para dar esperanza a mujeres con escasa respuesta ovárica

Tic-tac, el reloj biológico afecta a todo el mundo, pero su incidencia en la fertilidad cada vez preocupa más debido a la tendencia actual a retrasar la edad de maternidad; pero la ciencia española se ha propuesto alterar su ritmo. En los laboratorios de reproducción asistida del país, ginecólogos, genetistas y biólogos trabajan para vencer a una de las barreras más desafiantes de la fertilidad femenina: la baja reserva ovárica, un trastorno que reduce drásticamente las posibilidades de embarazo incluso con tratamientos avanzados.

Las últimas cifras oficiales ilustran el peso creciente de la reproducción asistida en nuestro país. Según el Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), se realizan más de 167.000 ciclos de fecundación in vitro (FIV) al año y más de 31.000 ciclos de inseminación artificial, dando lugar a cerca de 40.000 nacimientos anuales, lo que representa aproximadamente un 12% del total de nacimientos en España. Además, según datos de Instituto Bernabeu, España concentra cerca del 15% de los tratamientos FIV de toda Europa, superando en volumen a grandes potencias como Francia o Alemania. Pero detrás de esas cifras hay una realidad más silenciosa: miles de mujeres se enfrentan a una reserva ovárica mermada antes de los 35 años, sin saberlo hasta que el tiempo se convierte en su mayor enemigo.

“Cuando una paciente recibe ese diagnóstico, el golpe emocional es fuerte”, explica la Dra. Ana Fuentes, especialista en baja respuesta ovárica del Instituto Bernabeu. “Pero hoy tenemos recursos que permiten aprovechar al máximo cada ciclo, cada ovocito. La clave está en personalizar el tratamiento: no todas las mujeres responden igual, ni deben tratarse igual”, asegura.

España es pionera mundial tanto en el diagnóstico como en el despliegue de soluciones personalizadas para exprimir cada opción posible para la maternidad con óvulos propios. Sin embargo, ¿qué métodos siguen los doctores españoles para ser considerados una referencia a nivel global?

Doble trigger: una doble señal para rescatar óvulos viables

En los últimos años, uno de los protocolos más prometedores es el doble trigger, o doble inducción de maduración ovocitaria. En lugar de una sola hormona para inducir la ovulación, se aplican dos señales distintas y complementarias, lo que mejora la maduración de los ovocitos y aumenta la posibilidad de obtener óvulos de calidad.

“La diferencia puede ser enorme. A veces un único estímulo no logra que los ovocitos completen su maduración; con el doble trigger conseguimos rescatar ovocitos que de otra manera se perderían. Es una técnica simple, pero con un impacto real que aumenta las posibilidades de éxito y ahorra a las pacientes someterse a más tratamientos fallidos”, comenta la Dra. Fuentes.

Doble estimulación: dos oportunidades en un solo ciclo

Otra técnica en la que España ha sido pionera es la doble estimulación ovárica (o DuoStim), que permite obtener óvulos en dos fases del mismo ciclo menstrual: primero en la fase folicular y después, en la fase lútea. En lugar de esperar semanas, se realiza una segunda estimulación inmediatamente después de la primera, duplicando las oportunidades en un mismo mes. Nuevos protocolos permiten incluso la realización de una estimulación continua con varias punciones, utilizando fármacos que tienen efecto semanal. De esta manera la doble o triple estimulación resulta más confortable para la paciente.

Esta técnica se combina con suele combinarse con la llamada doble FIV, que utiliza los óvulos de ambas fases para generar más embriones en un solo tratamiento, y es especialmente útil en casos de baja reserva ovárica, situación en la que se obtienen menos de cuatro óvulos por ciclo de estimulación. Esta condición supone un aumento del riesgo de no obtener embriones, o que su número sea menor. Esto es debido a que no todos los óvulos fecundan y no todos ellos son capaces de dar lugar a un embrión competente. “En mujeres con baja reserva no podemos perder tiempo. La doble estimulación permite acumular más óvulos en menos tiempo. Y cuando los óvulos son escasos, cada uno cuenta”, explica la doctora de Instituto Bernabeu.

Farmacogenética: tratamientos hechos a medida

No todas las mujeres metabolizan los fármacos de la misma forma. Por eso, la farmacogenética se ha convertido en uno de los pilares de la nueva medicina reproductiva española. Esta disciplina analiza variaciones genéticas que determinan cómo responde cada paciente a la estimulación hormonal.

“Podemos saber qué dosis y qué tipo de medicamentos serán más efectivos y seguros para cada mujer. Así reducimos tratamientos fallidos e intentamos mejorar la respuesta ovárica. El uso de la farmacogenética nos permite también conocer por qué algunas pacientes tienen una baja respuesta a la estimulación a pesar de tener marcadores de reserva ovárica normales”, explica la Dra. Fuentes.

España es uno de los países europeos que más ha avanzado en integrar la genética en la práctica clínica de fertilidad, uniendo en un mismo centro a ginecólogos, genetistas y embriólogos. Este modelo multidisciplinar está inspirando a instituciones de Reino Unido e Italia, que toman como referencia a especialistas médicos españoles para la organización y gestión de sus centros médicos.

Fragmentación ovárica: activar lo que parecía dormido

Entre las técnicas más experimentales figura la fragmentación y trasplante de corteza ovárica, una intervención que busca “despertar” folículos inactivos mediante la fragmentación controlada de tejido ovárico y su posterior reimplantación. El procedimiento pretende reactivar áreas del ovario que ya no responden, una operación de “rejuvenecimiento celular” que en algunos casos logra recuperar actividad folicular.

La fragmentación ovárica no garantiza resultados, pero representa un cambio de paradigma. “Nos permite explorar la capacidad regenerativa del propio tejido, algo impensable hace apenas una década; lo que puede suponer una segunda oportunidad para las personas en las que la reserva ovárica se encuentra en una situación crítica como es el caso del fallo ovárico precoz o la menopausia precoz en fases iniciales”, matiza la Dra. Fuentes.

Plasma rico en plaquetas: regenerar desde dentro

Otra vía de investigación en auge en los laboratorios españoles es el uso del plasma rico en plaquetas (PRP). Se extrae sangre de la paciente, se centrifuga y se inyecta el concentrado en el ovario. Los factores de crecimiento del PRP podrían favorecer la microcirculación y estimular folículos residuales.

“El objetivo es que pueda ayudar a mejorar la respuesta del ovario; sin embargo, es un complemento, no una sustitución de la estimulación clásica, aunque pueda ayudar a mejorar en gran medida el pronóstico”, advierte la doctora. «Desde Instituto Bernabeu aconsejamos a cualquier mujer que esté teniendo dificultades para concebir que se deje asesorar por nuestros especialistas. Cada caso es distinto: incluso si se detecta baja reserva ovárica o si la mujer tiene más de 40 años, podemos evaluar sus opciones y ofrecer un plan personalizado que maximice sus posibilidades de lograr un embarazo”, asegura Fuentes.

Este es el caso de Claudia, de 37 años, que cuando escuchó por primera vez la frase “baja reserva ovárica”, creyó que significaba el final de su sueño de ser madre. Tras un año de intentos fallidos y un diagnóstico hormonal devastador, su ginecóloga le explicó que sus ovarios funcionaban como si tuviera 45. “Sentí que mi cuerpo me había traicionado”, recuerda. Después de una primera fecundación in vitro sin éxito, Claudia llegó al Instituto Bernabeu, donde le propusieron un protocolo de doble estimulación combinado con plasma rico en plaquetas (PRP). “Me hablaron con realismo, pero también con esperanza”, dice. Tres meses después, logró obtener varios óvulos viables y hoy está embarazada de 18 semanas. “No sabía que aún quedaba margen. A veces no es cuestión de tiempo, sino de que la ciencia te dé otra oportunidad.”

El liderazgo español: investigación, rigor y esperanza

La fortaleza del modelo español radica en su enfoque global: centros con unidades especializadas, protocolos innovadores, un excelente equipo médico y estudios clínicos rigurosos. España no solo realiza más tratamientos que ningún otro país europeo, sino que exporta conocimiento y protocolos a otros sistemas de salud.

“La baja reserva ovárica no debe vivirse como un final, sino como el inicio de una estrategia médica distinta. Gracias a la investigación, estamos aprendiendo a entender a los ovarios para poder aprovechar todas las ventajas de la naturaleza y mejorar su eficacia”, resume la Dra. Fuentes.

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