Las calles de León se convirtieron este sábado en un escenario de recuerdos y emociones cuando uno de los icónicos autocares de la antigua Empresa Fernández, conocidos popularmente como las «balas de plata», hizo una aparición estelar. El vehículo, perfectamente conservado, recorrió la ciudad con motivo de un evento familiar, sorprendiendo a viandantes y automovilistas que lo reconocieron al instante.
La reaparición del autobús evocó la nostalgia de una época en la que la flota de Fernández era un símbolo del transporte en la provincia, antes de su integración en ALSA en 1996. Con su característico color plateado y su silueta inconfundible, el autocar se robó el protagonismo de la jornada festiva. «Fue como volver atrás en el tiempo», comentó un vecino que no dudó en detenerse para fotografiarlo. «En cuanto lo vimos, todos supimos que era un Fernández. Nos ha devuelto a los viajes de antes, a las excursiones familiares y a los trayectos de juventud».
La presencia del vehículo generó un ambiente especial en la ciudad. Peatones levantaban la vista con asombro, conductores reducían la velocidad y familias explicaban a los más jóvenes la importancia histórica de aquellos autobuses para la vida de los leoneses.
Este regreso simbólico no solo fue un acontecimiento anecdótico, sino también una reivindicación del legado de la Empresa Fernández, que durante décadas representó modernidad y cercanía en el transporte por carretera. Un emotivo recordatorio de una era pasada que sigue viva en la memoria colectiva de León.
