
Un estudio desarrollado a escala global, con la participación de la Universidad de León (ULE), ha arrojado luz sobre las elevadas y preocupantes tasas de mortalidad que sufre el lobo gris (Canis lupus) a nivel mundial. El trabajo, titulado Patterns and Determinants of Mortality in Grey Wolves y publicado en la prestigiosa revista Mammal Review, constituye el análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha, recopilando información de 140 estudios científicos de todo el hemisferio norte.
La investigación, liderada por Ana Morales-González de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), contó con la coautoría del investigador posdoctoral ‘Juan de la Cierva’, Héctor Ruiz-Villar, del área de Zoología de la ULE. Ruiz-Villar destacó que «tres de cada cuatro lobos (74 por ciento) que mueren en Europa y Norte América lo hace por causas humanas«, una cifra que se eleva hasta un dramático 86 por ciento en el continente europeo.
Los resultados evidencian la gran presión que sufre la especie en paisajes humanizados. Aproximadamente el 60 por ciento de las muertes de lobos son consecuencia directa de la persecución a través de la caza, tanto legal como ilegal. En contraste con estos altos porcentajes de mortalidad antrópica, las muertes naturales —asociadas a enfermedades, hambruna o agresiones entre individuos— quedan reducidas a un porcentaje muy bajo, especialmente en Europa.
Referencia científica para políticas de gestión
Los investigadores subrayan que los hallazgos del estudio no solo aportan una base científica sólida, sino que también poseen un gran valor práctico. El artículo proporciona una referencia global esencial para que las políticas de gestión del lobo se basen en la evidencia científica, un aspecto crucial en el actual contexto de expansión de sus poblaciones en Europa.
Los autores advierten que, ante la actual «relajación» de las medidas de protección del lobo, es imperativo destacar el elevado riesgo de mortalidad que enfrentan los lobos que conviven con los humanos. Este factor, señalan, es esencial para determinar si el estado de conservación de las poblaciones de esta especie es o no favorable.
Vulnerabilidad de lobos jóvenes y factores críticos
El estudio identifica a los lobos en dispersión —aquellos que abandonan su grupo natal— como los más vulnerables. Estos ejemplares sufren una mortalidad significativamente mayor que los individuos residentes, un hallazgo que refleja los riesgos derivados de atravesar territorios desconocidos y altamente humanizados.
La investigación concluye que la mortalidad natural y la causada por el ser humano son procesos aditivos, lo que compromete seriamente la conservación de la especie en entornos dominados por la actividad humana. Además de la presión externa, el estudio analiza la influencia de factores como el tamaño del grupo, la pérdida de ejemplares reproductores y la consanguinidad en la supervivencia de los lobos. Los autores insisten en que estas variables deben integrarse en los modelos de proyección poblacional para optimizar las estrategias de conservación del gran carnívoro.