
El MUSAC alberga hasta el domingo 18 de mayo uno de los proyectos más ambiciosos realizados por Ai Weiwei (Pekín, China, 1957) hasta la fecha. Con 1.700 metros cuadrados de exposición y 42 obras, muchas de ellas monumentales, ‘Ai Weiwei. Don Quixote’ incluye trabajos realizados en los últimos 20 años de trayectoria de este creador imprescindible en el panorama artístico internacional, conocido por su capacidad de fusionar arte y activismo político.
Con motivo de la clausura de la exposición se ofrecerán visitas guiadas a la muestra los días 13, 14 y 15 de mayo a las 19:00 horas; y el sábado 17 y domingo 18 de mayo a las 12:00 h, 13:00 h, 18:00 h y 19:00 h. La inscripción para todas ellas podrá realizarse en el apartado “visita” de la web www.musac.es a partir del lunes 12 de mayo a las 8:00 horas. Además, el viernes 9 de mayo la entrada al museo será gratuita con motivo del Día de Europa.
‘Don Quixote’ es la primera exposición que exhibe en profundidad la serie de cuadros realizados por Ai Weiwei con ladrillos de construcción de juguete. Comisariada por el director del MUSAC, Álvaro Rodríguez Fominaya, la muestra ha sido diseñada junto al artista en exclusiva para el museo leonés, cuyas salas permiten albergar algunas de sus obras más monumentales, imposibles de exponer en otros museos. Es el caso de la instalación La Commedia Umana (2017-2021), que se expone por primera vez en un museo. Con más de ocho metros de alto y 2.700 kg de peso, es uno de los candelabros de Murano de mayor tamaño realizados nunca y surge de las reflexiones del artista sobre el humanismo y la humanidad, así como de su defensa de la libertad de expresión.
‘Don Quixote’, una extensa muestra que recoge una selección de trabajos producidos durante los últimos veinte años por este creador imprescindible en el panorama artístico internacional, reconocido por su capacidad de fusionar arte y activismo político.
Para encontrar el origen de Don Quixote es necesario retroceder hasta la infancia del artista. Su padre, el poeta Ai Qing, tuvo entre sus libros una edición de la obra maestra de Cervantes, que Ai Weiwei recuerda vívidamente por su bella portada e ilustraciones y la breve introducción a la historia que su padre le hizo. Viviendo en los desiertos remotos de Xinjiang, donde la familia había sido deportada, la extravagante pareja formada por Don Quijote y Sancho Panza despertó su imaginación infantil y le reveló que se podía concebir todo un mundo de fantasía, más allá de la doctrina maoísta.
“Don Quixote no se ha concebido como una retrospectiva”, explica Álvaro Rodríguez Fominaya, comisario de la exposición. “Aun así, en la muestra quedan reflejadas las grandes inquietudes humanistas de Ai Weiwei: desde la libertad de expresión, las crisis migratorias, la defensa de los derechos humanos, hasta lo que el propio artista define como el declive del humanitarismo. Además, casi todas sus grandes series están representadas en la muestra, en un arco cronológico que va desde 2008 hasta 2023”.
La exposición refleja asimismo el amplio léxico material del artista: de la madera a la cerámica y del ready-made al bambú, de la literatura al lenguaje fílmico. Una de las características definitorias de su trabajo es la combinación de técnicas artesanales milenarias –como podemos observar en sus obras de bambú o cerámica– y ready-made, que da forma a los temas que integran su proceso creativo, desde la geopolítica hasta el humanismo.
Ai Weiwei. Nota biográfica
Ai Weiwei (Pekín, China, 1957) desarrolla una actividad diversa y prolífica en campos como la instalación escultórica, el cine, la fotografía, la cerámica, la pintura, la escritura y las redes sociales. Como artista conceptual que fusiona la artesanía tradicional con su herencia china, Ai Weiwei se mueve libremente entre diversos lenguajes formales para reflexionar sobre la situación geopolítica y sociopolítica contemporánea. La vida y la obra de Ai Weiwei interactúan sin descanso y se influyen mutuamente en una confluencia que a menudo se extiende a su activismo y a su defensa de los derechos humanos internacionales.
Ai Weiwei ha expuesto de manera individual recientemente en Design Museum, Londres (2023); Albertina Modern, Viena (2022); Museo Serralves de arte contemporáneo, Oporto (2021). Además de Royal Academy, Londres (2015); Brooklyn Museum, Nueva York (2014); Turbine Hall, Tate Modern, Londres (2010) o la documenta 12, Kassel (2007), entre muchos otros.
Entre las colaboraciones arquitectónicas de Ai Weiwei figuran el pabellón de la Serpentine Gallery de 2012 y el Estadio Olímpico de Pekín de 2008, con Herzog y de Meuron. Entre los numerosos premios y galardones recibidos, destacan el Praemium Imperiale de escultura de la Asociación Japonesa de Arte, que le fue concedido en Tokio en 2022; el galardón a la trayectoria profesional de los Premios Chinos de Arte Contemporáneo de 2008; y el nombramiento como académico honorario de la Royal Academy of Arts de Londres en 2011. Su labor como defensor de los derechos humanos ha sido reconocida con el Premio Václav Havel a la Disidencia Creativa en 2012 y con el Premio Embajador de Conciencia de Amnistía Internacional en 2015.
Las memorias del artista, ‘1000 años de alegrías y penas’, se publicaron en 2021, y la novela gráfica autobiográfica ‘Zodiac: A Graphic Memoir,’ creada en colaboración con Elettra Stamboulis y Gianluca Costantini, se ha editado en 2024.