
La tragedia ha vuelto a golpear a los equipos de extinción de incendios en Castilla y León. UGT ha confirmado el fallecimiento de un trabajador de la Junta de Castilla y León y ha enviado un mensaje de condolencia a su familia, amigos y compañeros. Este fatal desenlace ha avivado las denuncias de UGT, que lleva años advirtiendo a la administración autonómica sobre la falta de seguridad en el operativo.
Carlos Arenas, Vicesecretario de UGT Servicios Públicos de Castilla y León, ha sido tajante al afirmar que «este tipo de accidentes son absolutamente inaceptables y exigen una exhaustiva investigación sobre lo ocurrido». Estas palabras no son nuevas. Desde hace más de dos años, el sindicato ha insistido a la Junta en la necesidad de realizar una evaluación de riesgos de todos los puestos de trabajo de los conductores de la administración, incluyendo, de forma específica, a los del operativo de incendios.
Además de la evaluación de riesgos, UGT lleva tiempo solicitando que todos los conductores de vehículos de extinción realicen cursos obligatorios de conducción de camiones y vehículos 4×4, con especial énfasis en la conducción extrema. Unas peticiones que, hasta la fecha, no han sido atendidas, según el sindicato.
Vehículos obsoletos y «organización nefasta»
El accidente, en el que un trabajador resultó herido y otro falleció, ocurrió con un vehículo que, a pesar de la existencia de vehículos más modernos en el parque de la Junta, tenía más de 20 años de antigüedad. Se trataba de un porta-implementos, un vehículo diseñado para circular por carreteras o pistas, pero que, en palabras de Arenas, «no son aptos para circular por mitad del monte».
Esta situación se agrava, según el sindicato, con la «nefasta organización en el sistema de coordinación del operativo». El vicesecretario de UGT SP CyL ha denunciado que los conocidos como «Charlys» y las cuadrillas que provienen de otras provincias «ya no van en convoy». En su lugar, se les envía a trabajar solos, a circular por el monte, a altas horas de la noche, en medio del humo, y sin una dirección o un objetivo claro.
«Esta decisión es negligente y supone enviar a estos trabajadores, por muy cualificados que estén, a un matadero», ha aseverado Arenas. Una situación que se ve agravada por las agotadoras jornadas laborales, que en muchos casos se prolongan «tras más de 20 horas seguidas de trabajo exhaustivo».
Homenaje a «grandes compañeros»
Para finalizar su comunicado, el sindicato ha querido rendir un sentido homenaje a los dos trabajadores implicados en el accidente, describiéndolos como «grandes compañeros». UGT ha destacado su experiencia y su compromiso, recordando que «aún se les recuerda en la Sierra de la Culebra donde también realizaron esfuerzos titánicos en pro de la extinción de aquellos incendios».
La muerte de este trabajador subraya la urgencia de atender las peticiones de los sindicatos y de mejorar las condiciones de seguridad en los operativos de extinción. Las advertencias de UGT se han cumplido de la peor manera posible, dejando en evidencia los fallos de un sistema que, según ellos, expone a los trabajadores a un riesgo innecesario.