UGAL-UPA denuncia que mientras siguen apareciendo focos de la Enfermedad Hemorrágica
Epizoótica (EHE) en explotaciones de vacuno por toda la región y se sigue extendiendo también por nuestra provincia, las unidades veterinarias de León están bajo mínimos en cuanto a personal se refiere.
Nuestra organización exige a la Junta de Castilla y León que actúe de inmediato y de forma
urgente para resolver el problema de ausencia de veterinarios en la provincia, que ya de por sí
es habitual durante todo el año, pero que ahora en época estival, se agrava aún más debido al
descanso vacacional.
UGAL-UPA reclama que el Gobierno autonómico no se mantenga impasible por más tiempo, y
ante el problema cada vez más grave de incidencia de EHE en la provincia, refuerce con personal suficiente las Unidades Veterinarias con mayor incidencia, para que así ante cualquier indicio de la enfermedad los profesionales veterinarios recojan pruebas en las explotaciones, se trasladen a los laboratorios y se conozcan qué animales son positivos y cuáles no.
UGAL-UPA reclama al presidente Mañueco y a la Consejería de Agricultura que escuchen a las
organizaciones agrarias y actúen con rapidez porque ya vamos con retraso. Aparte del
insuficiente plantel de veterinarios, aún no sabemos nada de la nueva Orden correspondiente
al 2024 para responder con ayudas directas para los animales muertos y para los improductivoscon abortos e infertilidades.
Recordamos que el año pasado por la EHE fallecieron en esta comunidad autónoma al menos
12.000 animales, y por lo tanto, el problema requiere de actuaciones urgentes que hasta la fecha no hemos visto por ningún lado.
Nuestra organización considera que cada ganadero pierde entre 900 y 1.500 euros cuando
fallece una vaca; otros 400 euros cuando se produce un aborto; otros 10 euros diarios,
aproximadamente, por cada res debido al tratamiento sanitario de prevención de la EHE (por
ejemplo, una explotación con 50-60 animales puede tener unos gastos veterinarios, de
tratamientos, desinfectantes, etc. superior a los 2.000 euros). Y a todo esto hay que sumar los
efectos a largo plazo para los animales y la pérdida de parideras.
Todo ello hace totalmente necesarias actuaciones urgentes y la puesta en marcha de ayudas
directas, puesto que de lo contrario se pone en riesgo la viabilidad de las explotaciones afectadas e incluso la de cientos de explotaciones ganaderas sanas de nuestra provincia.