Los túneles de Príncipe inundados continúan cerrados al tráfico y a peatones por motivos de seguridad tras las últimas lluvias, según ha informado el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo. El agua ha terminado de anegar por completo estos pasos inferiores y ha obligado a mantener el corte mientras persista cualquier riesgo.
Desde el Consistorio subrayan que el episodio confirma la “necesidad real” del soterramiento de las vías del tren como solución estable. A su juicio, la alternativa defendida por el Ministerio de Transportes, la denominada integración blanda, resulta insuficiente para garantizar la permeabilidad entre barrios en episodios de lluvia.
Cierres recurrentes y barrios incomunicados
Las inundaciones registradas vuelven a poner el foco en la fractura que la infraestructura ferroviaria provoca en el municipio. El Ayuntamiento remarca que los vecinos de Trobajo son los más afectados cuando se interrumpe la conexión entre zonas por el cierre de los pasos.
En este contexto, el equipo de gobierno insiste en que los túneles de Príncipe inundados evidencian que los “parches” no resuelven un problema estructural. Y recalca que la opción “real, segura y duradera” pasa por el soterramiento ferroviario.
La alcaldesa: “Es el mejor ejemplo de por qué rechazamos la integración blanda”
La alcaldesa, Ana Caurel, ha sido contundente al valorar la situación: “Lo que está ocurriendo en los túneles de Príncipe es el mejor ejemplo de por qué rechazamos de plano la integración blanda”. Según su denuncia, estos pasos “se inundan, generan inseguridad” y demuestran que la vía “sigue partiendo el municipio en dos”.
El Ayuntamiento añade que el anterior equipo de gobierno del PSOE abrió los túneles en 2022 sin haber firmado el acta de recepción con el administrador ferroviario. Según esta versión municipal, esa apertura habría sido precipitada y hoy se traduciría en problemas de mantenimiento.
Mantenimiento y soluciones: prioridad a la seguridad
El Consistorio explica que, al ponerse en funcionamiento sin una recepción formal, el Ayuntamiento quedó como responsable “de facto” del mantenimiento. Mientras tanto, sostienen, son los vecinos quienes afrontan las consecuencias de una infraestructura deficiente.
Actualmente, el equipo de gobierno y los técnicos trabajan en medidas “óptimas y duraderas”, con la seguridad como criterio principal. Hasta que se resuelva la situación, se ruega máxima precaución y se mantiene el cierre de los pasos.
Advertencia ante nuevos pasos inferiores
Por último, el Ayuntamiento afirma que lo ocurrido con los túneles de Príncipe inundados anticipa riesgos similares si se abren nuevos túneles en Párroco Pablo Díez, como plantea la integración blanda. La alcaldesa concluye que el municipio no quiere “más túneles inundables ni más barrios aislados”, y reclama una integración “real” basada en el soterramiento.
