Periódico de León Digital / Ahora León / Belén Arén
Hay personas que posponen sistemáticamente las tareas importantes e hipotecan su futuro. Pero a corto plazo se sentirán bien…
Hay personas que cuando entran a un acto social con gente extraña no están a gusto y optan por no ir, perdiéndose un mundo de oportunidades y contactos. Pero a corto plazo se sentirán bien…
Hay personas que necesitan fumar, aunque se estén matando. Pero a corto plazo se sentirán bien…
Hay personas cuyos hábitos les obligan a comer a pesar de jugar con su salud. Pero a corto plazo se sentirán bien…
Es la Trampa del cortoplacismo
La gente quiere salir del pozo de una vida gris, pero caen en la trampa del cortoplacismo. Los malos hábitos se repiten a pesar de su peligro mortal.
Como buscan sólo lo más cómodo a corto plazo, se alejan de un futuro brillante. Es como saltar desde un rascacielos. Un metro antes de tocar el suelo todavía estás bien…
Se puede dejar de fumar para respirar mejor, se puede intentar comer menos para estar más delgado, se puede no posponer y acabar un proyecto antes, pero como a corto plazo es cómodo, se sigue con el mal hábito… y los resultados no pueden ser peores.
Si miras el corto plazo jamás estarás en forma y con energía.
Jamás te despertarás pronto por la mañana y aprovecharás a tope el día.
Jamás dejarás de engullir televisión ni construirás tus sueños.
El cortoplacismo mata
¿Vas a seguir esclavo de los cigarros, la comida basura o posponer para el resto de tu vida?
¿Vas a dejar que esos cigarros, esa comida y ese estrés se lleve lo mejor de ti?
¿Vas a dejar que los viejos hábitos te controlen para siempre?
¿Vas a ponérselo difícil al éxito?
Piensa un poco: ¿Cuánta gente conoces que se siente realmente bien consigo misma? Muy poca.
La mayoría siempre está buscando maneras de sentirse bien a corto plazo y para eso tiran de unos hábitos que, funcionen o no (no funcionan), les tienen maniatados.
¿Quieres saber cómo cambiar tu vida y sentirte definitivamente bien gracias a los buenos hábitos?
La mala noticia es que no hay receta milagrosa, la buena noticia es que con un poco de esfuerzo por tu parte, cambiando tus hábitos pasito a pasito, sustituyendo tus pensamientos negativos por otros más beneficiosos para tu salud y un poco de fuerza de voluntad… lo puedes lograr