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El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Antonio Silván, celebra la designación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial y la elección del Magistrado del Tribunal Constitucional, que se aprueba hoy en el Pleno Extraordinario del Senado, con un amplio consenso y el acuerdo de las dos fuerzas
Recuerda que “es inseparable de la modificación del sistema de elección y de las modificaciones legislativas pertinentes, destinadas a mejorar el funcionamiento de la Justicia en España” y confía en que la votación de hoy “sea la última que se rija por el actual sistema”.
“No es el momento de mirar atrás, pero la renovación de los vocales del CGPJ era una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra democracia”, asegura.
El dirigente popular remarca que esta reforma “recupera el espíritu de la Constitución, adapta nuestro modelo a los estándares europeos y recoge el sentir de lo que la gran mayoría de los españoles reclaman: unas instituciones de Estado más independientes del poder político y, en definitiva, más democráticas”.
Traslada la satisfacción del PP ante un acuerdo “que hoy parece insólito” pero que, hace no mucho tiempo, formaba parte de una normalidad democrática, “que tenemos, entre todos, la obligación de recuperar”.
Una normalidad en la que, en palabras del senador leonés, “los grandes partidos actúan con sentido de Estado, dialogan y buscan acuerdos sobre las grandes cuestiones” y en la que se sitúa el proyecto de Alberto Núñez Feijóo, con una política “no de muros ni de cordones sanitarios y sí de puentes y de consensos”.
El portavoz adjunto del GPP se dirige a los que han criticado este acuerdo para renovación del órgano judicial: “En esta vida es importante ser titular de derechos, pero no para la apariencia, sino para ejercerlos”, dice y recuerda que las propuestas llegan refrendadas por la práctica mayoría de los senadores. “¿Dónde estaban ustedes cuando la Comisión de Nombramientos dictó la idoneidad de los candidatos que hoy votamos?”,
Incide en que las democracias liberales “se enfrentan a numerosas amenazas y los enemigos de la democracia lo saben bien”, por eso insiste en que “sin el respeto a las reglas y garantías del Estado de derecho, la democracia pasa a ser un mero eslogan”.
Así, Antonio Silván afirma que “el PP, desde la coherencia del compromiso con la democracia y todos los principios y valores inherentes en la Constitución, ha mantenido la posición firme, que culmina con el acuerdo político que hoy ratificamos, y que también limita las llamadas puertas giratorias”.
