
La semana arrancó, el lunes 21 de abril, con una visita guiada de los más pequeños a la Torre del Reloj. En la misma, los niños y niñas, junto a sus padres, aprendieron la historia de esta reliquia ribereña. Los asistentes vieron de cerca cuál era el mecanismo de engranajes que lo hacía funcionar. El reloj está situado en la torre del edificio del Consistorio y fue construido entre el 1.590 y 1.599 por Antonio de Villafranca, un cerrajero vecino de León. Se le exigió que el reloj fuera «tan bueno como el reloj de la catedral de León».
Por su parte, el alcalde del municipio, Francisco Javier Álvarez, destacó el valor de esta semana para «dar a conocer a los pequeños nuestro patrimonio y costumbres para fortalecer su sentido de pertenencia e identidad a nuestra comunidad».
El martes 22 de abril, niños y también adultos participaron en un taller de alfarería cerámica. El maestro alfarero, Valentín Peñín, les enseñó a moldear la cerámica en el Salón del Pueblo de la localidad. Los asistentes sacaron su lado más creativo y muchos se quedaron con ganas de más.
Las II Jornadas Culturales terminaron, este viernes 25 de abril, con una gran fiesta para infantes y adultos, en el pabellón municipal. Alfonso el Mago animó el ambiente con juegos tradicionales como la rana y carreras de saco y con trucos, que siempre sorprenden y emocionan. La jornada terminó con bollos preñados y algo de beber.