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Para Raúl Santa Eufemia, secretario de acción sindical y Diálogo Social de UGTCYL, “los malos datos son un reflejo de las políticas erróneas que está llevando a cabo el gobierno de coalición autonómico” Por eso, desde UGTCyL consideran que, aunque tenemos las mejores cifras de paro desde 2008, existe un estancamiento en la creación de empleo como consecuencia de las nuevas noticias que llegan sobre las variantes del COVID y la incertidumbre muy elevada en muchos sentidos como consecuencia del aumento de la desigualdad económica, la inflación disparada y la pérdida de poder adquisitivo, junto con la subida de tipos y el incierto desarrollo de la crisis en Ucrania.
De hecho, según Santa Eufemia, “destaca el aumento del paro en el sector de industria en nuestra comunidad y la caída del número de afiliados a la seguridad social, de nuevo, este mes”. De hecho, la recuperación futura de nuestra comunidad dependerá de si la recuperación del sector industrial es más o menos rápida en los próximos meses (y cada vez hay más incertidumbres al respecto) y de que el paro estructural autonómico no se quede muy por encima del que teníamos antes de la crisis de 2008-2013 (entonces era de 100.000 trabajadores).
No obstante, la media mensual de trabajadores en alta laboral en Castilla y León disminuye por quinto mes consecutivo, pero, de acuerdo con la organización sindical, “sigue sin generarse empleo en diferentes ramas del sector industrial (afectando a las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid, las tres que tienen una recuperación del empleo prepandemia más reducido)”.
Se constata así el principal problema en la comunidad: el número de afiliados se ha incrementado por debajo del 1% en el año, casi tres veces menos que en el conjunto de España. Junto con las comunidades del noroeste (Galicia, Asturias, Extremadura) y Castilla-La Mancha, nos encontramos a la cola nacional, lo que agrava el desequilibrio territorial autonómico de nuestro país.
Evolución desde que comenzó el Covid Del empleo que se perdió en el golpe inicial de la pandemia entre marzo y abril de 2020 (más de 36.000 afiliados en la región y cerca de 900.000 en toda España), en Castilla y León se habían recuperarlo ya en septiembre de 2020 prácticamente todos los empleos.
Sin embargo, en el último trimestre de 2020 y en el Comunicado de Prensa primero de 2021, se volvieron a perder cerca de 26.000. Es decir que durante el verano de 2020 el comportamiento del empleo en Castilla y León fue mejor que en el conjunto del país, pero desde octubre de 2020 hasta marzo de 2021 sucedió lo contrario.
En consecuencia, con los malos datos de agosto de 2021 nos afianzamos en el grupo de cola en la recuperación del empleo. En los meses de septiembre y octubre corregimos en parte esa peor evolución, aunque las provincias más industrializadas (Burgos, Palencia y Valladolid) estaban algo más rezagadas (problemas en automoción y en general en las cadenas de suministro de muchas actividades…).
Pero en noviembre y diciembre de 2021 y en enero de 2022 volvimos a perder puestos de trabajo, situándonos como una de las CCAA donde menos crece el empleo desde que comenzó la pandemia. En 2021 los afiliados en alta laboral crecieron en 25.711 en Castilla y León (2,9%) y en 800.000 en España (4,2%): nuestra comunidad fue junto con Asturias y País Vasco la que menos empleo creó ese año. Y en 2022 volvemos a estar entre las comunidades con peor ritmo de creación de empleo: 6.674 afiliados en alta laboral más, un 0,7% frente a los 455.000 en España, un 2,3%; es decir, la tercera parte). O, dicho de otro modo, sólo 2 de cada 100 empleos creados en España en 2021 y 2022 se han generado en nuestra comunidad.
La situación actual Pese a que tenemos la menor cifra de parados de los últimos 15 años (habría que remontarse a diciembre de 2007 para ver una cifra inferior), desde el sindicato apuntan a un “cambio de tendencia” y auguran que “será difícil que el número de parados disminuya por debajo de las 125.000 personas”.
Por eso, el secretario de acción sindical y Diálogo Social incide en que “la anulación del Diálogo Social por parte del gobierno autonómico en Castilla y León está provocando resultados catastróficos en materia de empleo en nuestra comunidad.
Para corregir esta deriva, insiste, “sería necesario consensuar con los agentes sociales y económicos las políticas de empleo más beneficiosas para los castellanos y leoneses, pero la presidencia en manos de Mañueco y la consejería de empleo a cargo del consejero Veganzones están haciendo un ejercicio monotemático de espaldas a los sindicatos más representativos y a la ciudadanía que nos ha llevado a unas cifras de empleo desastrosas en comparación con el resto del país”.
Y es que, aunque es cierto que Castilla y León tiene mejores cifras que antes de la pandemia tanto en ocupados (afiliados en alta laboral) como en parados, la incertidumbre actual obliga a ser todavía muy prudentes, sobre todo si tenemos en cuenta que la reactivación está siendo desigual y parcial puesto que el volumen de contratación acumulado en CyL sigue siendo un 20% inferior al de 2019.
Lo que sí mejora sustancialmente es la contratación indefinida (triplicando sus valores tradicionales), lo que, para UGT, es un “reflejo evidente de la puesta en marcha de la reforma laboral”. Asimismo, desde el sindicato consideran clave seguir manteniendo una cobertura ampliada para los desempleados porque contamos con más de 120.000 parados registrados y nuestra tasa de paro ronda el 11% (casi cinco puntos superior a la media de la UE).
Cabe destacar, además, que la tasa de paro de las mujeres supera el 13,5% y que en las cuatro provincias occidentales (León, Zamora, Salamanca y Ávila) la tasa de paro total supera o está próxima al nivel de la media nacional del 12,1% y se sitúa entre el 14,2% y el 17,1% para las mujeres.