El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha dado un impulso decisivo a la gestión de residuos sólidos urbanos en el municipio, activando un plan de choque durante este fin de semana para atajar la acumulación de desperdicios y devolver la normalidad a las calles. La administración local ha puesto el foco en la eficiencia del servicio, respondiendo a la necesidad de mantener la salubridad y la estética de los distintos núcleos de población.
Tras unas jornadas de intensa actividad, los resultados comienzan a ser visibles para los vecinos. Imágenes tomadas en la mañana de este domingo en Trobajo del Camino muestran ya las islas de contenedores completamente despejadas y vacías, una estampa que contrasta con la situación previa y que evidencia el ritmo de trabajo de los operarios del servicio de limpieza.
Un despliegue escalonado por barrios
El operativo de refuerzo se ha diseñado de manera escalonada para cubrir la extensa geografía del tercer municipio de la provincia. Según fuentes municipales, las cuadrillas de recogida han estado trabajando a pleno rendimiento durante el viernes y el sábado.
En esta primera fase del fin de semana, los esfuerzos se concentraron en puntos neurálgicos como Trobajo del Camino y la zona de Paraíso Cantinas. Asimismo, el dispositivo se extendió a los núcleos de San Andrés pueblo, Villabalter y Ferral del Bernesga, donde se ha procedido al vaciado sistemático de los depósitos de basura.
Pinilla y La Sal, objetivos del domingo
La actividad no se detiene en la jornada dominical. Hoy, el servicio de recogida ha trasladado su maquinaria al barrio de Pinilla, donde los camiones se encuentran operando actualmente para retirar los residuos acumulados.
La hoja de ruta marcada por los responsables del servicio establece que, una vez finalizadas las tareas en Pinilla, el operativo se desplazará de inmediato al Barrio de La Sal. Con esta última actuación, se pretende cerrar el fin de semana con la práctica totalidad de los contenedores del municipio vaciados y listos para su uso ordinario, completando así un ciclo de limpieza integral que busca «ponerse las pilas» ante las demandas vecinales.
Este despliegue intensivo busca no solo solucionar incidencias puntuales, sino estabilizar la frecuencia de recogida y garantizar que todos los barrios, independientemente de su ubicación, reciban la atención necesaria en tiempo y forma.