
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha fijado el 1 de enero de 2026 como la fecha a partir de la cual todos los vehículos que circulen por España deberán llevar una baliza V16 conectada y homologada. Desde ese momento, ni los triángulos tradicionales ni las balizas no conectadas serán válidas para señalizar un vehículo inmovilizado en la calzada.
Esta luz de emergencia V16 conectada envía automáticamente la geolocalización del vehículo a la plataforma DGT 3.0, lo que permite advertir a otros conductores y a los servicios de gestión del tráfico en tiempo real.
En provincias como León, donde el tráfico de vehículos particulares, industriales y de largo recorrido es intenso, el cambio normativo añade una capa más de responsabilidad para conductores particulares, empresas de flotas y talleres de automoción.
Más allá de la seguridad vial, no llevar baliza V16 conectada homologada supone asumir importantes riesgos legales. Estos riesgos pueden afectar tanto al conductor como al propietario del vehículo, a la aseguradora y a los distintos actores de la cadena industrial y de distribución.
Cinco riesgos legales de no llevar baliza V16 conectada
La DGT y los expertos en derecho de la movilidad identifican cinco grandes frentes de exposición jurídica cuando un vehículo no dispone de una baliza V16 conectada y homologada, o utiliza un dispositivo que no cumple la normativa.
1. Responsabilidad civil: reclamaciones e indemnizaciones
En caso de avería o accidente, no señalizar correctamente un vehículo inmovilizado puede considerarse un incumplimiento del deber de diligencia del conductor.
Si un tercero sufre daños materiales o personales porque no percibió a tiempo el vehículo detenido —por falta de la baliza V16 conectada o por uso de un dispositivo no válido—, pueden plantearse reclamaciones civiles de cuantía significativa.
En la práctica, esto puede traducirse en:
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Indemnizaciones por daños personales (lesiones, incapacidad, secuelas).
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Reclamación de daños materiales a otros vehículos o a la infraestructura viaria.
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Posibles acciones de repetición entre aseguradoras y tomadores del seguro cuando se aprecie negligencia.
2. Cobertura del seguro: exclusiones y conflictos con la póliza
Las compañías aseguradoras condicionan sus coberturas al cumplimiento de la normativa de tráfico y de los requisitos de seguridad.
Si en un siniestro se acredita que el vehículo no llevaba la baliza V16 conectada obligatoria o que esta no cumplía la homologación exigida, la aseguradora puede:
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Limitar la cobertura o reducir la indemnización.
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Negar el pago de determinados conceptos, alegando negligencia por falta de señalización reglamentaria.
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Reclamar posteriormente al asegurado las cantidades abonadas a terceros, si se demuestra incumplimiento grave de la norma.
Todo ello genera inseguridad jurídica y económica para conductor, titular del vehículo y empresas de flotas.
3. Responsabilidad penal: imprudencia grave en siniestros con lesionados
En los accidentes con heridos o fallecidos, la falta de señalización adecuada del vehículo inmovilizado puede ser analizada por los tribunales como un factor de imprudencia.
La omisión de una señalización que la ley considera obligatoria y esencial para la seguridad puede calificarse como imprudencia grave si contribuye de forma relevante al resultado lesivo.
En escenarios extremos, el conductor o responsable del vehículo podría enfrentarse a:
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Procedimientos penales por delitos contra la seguridad vial.
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Responsabilidad penal en delitos de lesiones o homicidio imprudente, con penas que pueden incluir prisión y privación del derecho a conducir.
4. Sanciones administrativas: multas entre 80 y 200 euros
Circular sin una baliza V16 conectada y homologada o utilizar una baliza que no figura entre los modelos certificados por la DGT puede considerarse una infracción de tráfico.
Las sanciones administrativas previstas se sitúan entre los 80 y los 200 euros por vehículo, en función de la gravedad y circunstancias del incumplimiento.
Además, algunas interpretaciones apuntan a que el uso de balizas no homologadas o falsificadas podría acarrear sanciones adicionales por equipamiento indebido.
5. Riesgos industriales: fabricantes, distribuidores y talleres en el punto de mira
La obligación de utilizar solo balizas V16 conectadas homologadas no afecta únicamente al conductor final. También alcanza a:
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Fabricantes de balizas y componentes.
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Importadores y distribuidores mayoristas.
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Talleres, recambistas y comercios que las venden o instalan.
La Ley de Seguridad Industrial y el propio marco regulatorio de la DGT permiten imponer sanciones importantes cuando se comercializan productos que no cumplen las exigencias técnicas y de certificación.
Entre las consecuencias posibles se encuentran:
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Multas económicas significativas.
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Retirada del producto del mercado y obligación de subsanar o sustituir unidades.
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Daño reputacional para las marcas implicadas y pérdida de confianza de talleres y consumidores.
¿Qué implica que la V16 sea conectada y homologada?
La baliza V16 conectada integra una eSIM o tecnología IoT que permite comunicar, de forma automática y anónima, la posición del vehículo a la plataforma DGT 3.0 en cuanto se activa el dispositivo.
Para ser válida, debe:
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Estar incluida en la lista de modelos certificados por la DGT.
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Superar ensayos en un laboratorio acreditado, cumpliendo requisitos de visibilidad, autonomía y resistencia (por ejemplo, protección IP54 frente al polvo y al agua).
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Garantizar conexión activa durante el periodo definido (habitualmente hasta 2038–2040, según modelo).
Utilizar un dispositivo que no cumpla estos criterios es, a efectos legales, equivalente a no llevar la baliza exigida.
Impacto para talleres, distribuidores y gestores de flotas
Para el tejido empresarial vinculado al motor —talleres, recambistas, concesionarios y gestores de flotas— la nueva normativa implica:
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Revisar su catálogo de productos para retirar balizas no conectadas o no homologadas.
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Confirmar que las balizas que se comercializan figuran en el listado oficial de la DGT.
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Formar a su personal para informar correctamente al cliente sobre la obligatoriedad de la baliza V16 conectada a partir de 2026.
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Ajustar contratos de renting, leasing y mantenimiento de flotas para incluir este elemento de seguridad.
En este contexto, la elección de dispositivos certificados y con conectividad garantizada permite reducir riesgos legales y ofertas dudosas. Hero Driver LED, por ejemplo, se presenta como una baliza V16 conectada certificada por la DGT, con conectividad IoT sin cuotas hasta 2040 y geolocalización integrada con la plataforma DGT 3.0, lo que la sitúa entre las opciones que cumplen los requisitos normativos para 2026.
Para talleres y distribuidores de la provincia de León, trabajar con marcas que acrediten estas certificaciones reduce la probabilidad de reclamaciones por producto no conforme y sanciones en inspecciones de consumo o industria.
Más allá de la multa: reputación y seguridad vial
No disponer de una baliza V16 conectada y homologada no solo expone a multas y responsabilidades legales. También impacta en:
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La seguridad real del conductor y del resto de usuarios de la vía.
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La imagen pública de empresas de transporte, paquetería o servicios que no se adapten a tiempo.
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La percepción de profesionalidad de talleres y concesionarios que continúen ofreciendo soluciones obsoletas.
Además, el uso indebido de la baliza —por ejemplo, activarla sin emergencia real— también puede acarrear sanciones elevadas, que en determinados supuestos pueden alcanzar los 30.000 euros, según han recordado fuentes de tráfico.
Cómo prepararse desde hoy para evitar los riesgos legales
Con la fecha del 1 de enero de 2026 próxima, los expertos recomiendan a conductores y empresas:
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Adquirir cuanto antes una baliza V16 conectada y homologada, comprobando la marca y el laboratorio de certificación.
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Verificar que el dispositivo dispone de conectividad activa durante varios años sin cuotas adicionales.
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Guardar la baliza en un lugar accesible del vehículo, preferiblemente en la guantera, y revisar periódicamente el estado de la batería.
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Actualizar protocolos internos en empresas de flotas y talleres para incorporar esta obligación en revisiones, preentregas y mantenimientos.
En definitiva, los riesgos legales de no llevar baliza V16 conectada van mucho más allá de una simple sanción económica. Afectan a la responsabilidad civil, penal, aseguradora y empresarial, por lo que la adaptación anticipada resulta clave para conductores, empresas y profesionales de la automoción.
