Además, el informe mantiene que este riesgo de mortalidad temprana es «mucho menor» entre los empleados que pueden tener acceso a mecanismos de jubilación parcial, que les permiten bajar sus horas de trabajo a partir de cierta edad. Por eso, señalan la necesidad de hacer «con cuidado» las políticas de jubilación, debido a sus posibles efectos sobre la salud de los trabajadores.
El estudio de Fedea utiliza un experimento generado por la reforma de la jubilación anticipada de 1967. En ese texto, se cambió la edad de retiro en función de la fecha en la que los individuos empezaron a cotizar al sistema de Seguridad Social. En concreto, decía que aquellos que cotizaron antes del 1 de enero de 1967 podían jubilarse de manera voluntaria a partir de los 60 años. El resto, con ciertas excepciones, tenían que esperar hasta los 65 años.
La pérdida por reducir la esperanza de vida no compensa la ganancia fiscal
Basándose en aquellos resultados, los autores del estudio analizan el coste o beneficio social de restringir o eliminar la opción de la jubilación anticipada. Retrasar la edad de jubilación puede ser beneficioso para la sostenibilidad del sistema de pensiones, pero, como enseña el estudio, «el impacto adverso sobre la esperanza de vida supera las ganancias fiscales«.
Los investigadores indican que si un trabajador se muere 0,46 años antes eso se traslada en una pérdida social valorable en 8.564 euros. En cambio, creen que retrasar la salida del mercado laboral supone para la Seguridad Social una ganancia fiscal de 5.213 euros, al sumar lo que daría el trabajador al sistema de pensiones y lo que se ahorra la Administración por jubilado en pensiones.
Por eso, «los ahorros fiscales derivados del retraso en la jubilación y la reducción de la duración de los pagos de las pensiones no compensan la pérdida social asociada a la reducción de la esperanza de vida«, finaliza el estudio, que mantiene que esta reforma «no es económicamente beneficiosa en el contexto más amplio del bienestar social».
Cuidar la salud de los trabajadores en el diseño de la jubilación
Para Fedea, los resultados de este informe dejan clara la necesidad de diseñar «con cuidado» los detalles de las políticas de jubilación, atendiendo a loss posibles efectos que pueda tener en la salud de los trabajadores. En particular, piensa que es importante tener en cuenta el grado de exigencia física, emocional y mental de las distintas ocupaciones al colocar las edades mínimas y legales de jubilación. «No pueden ser iguales para todos«, manifiesta.
Asimismo, aboga por meter, con carácter general, mecanismos flexibles de jubilación anticipada y parcial que consigan que los trabajadores puedan modular sus horas de trabajo en la última parte de su carrera laboral.