El acto central de la jornada estuvo marcado por la lectura del manifiesto, un discurso reivindicativo en el que fueron las propias personas con parálisis cerebral quienes expresaron, con fuerza y claridad, la necesidad de un modelo de atención específico y adecuado. Un sistema que reconozca la complejidad de su realidad y garantice apoyos personalizados, permanentes y coordinados para poder ejercer plenamente sus derechos.
“Alzamos la voz no como un acto simbólico, sino como una necesidad urgente” fue una de las frases más destacadas del manifiesto, que provocó un largo aplauso entre el público. En él se reclamó una respuesta real por parte de las administraciones para construir un modelo de atención que asegure el derecho a la comunicación, a la salud, a la educación, a la vivienda y a la participación en igualdad.
La importancia del acto se vio reforzada por la presencia de destacadas personalidades institucionales y sociales, cuyo acompañamiento y palabras de apoyo pusieron en valor la necesidad de avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.
La jornada combinó el mensaje reivindicativo con un ambiente festivo y de convivencia. Las actuaciones de dos grupos de bailes regionales llenaron el espacio de música, tradición y alegría, emocionando al público con su entrega y energía.
Además, las actividades al aire libre ofrecieron espacios de disfrute, encuentro y participación para personas de todas las edades. La comida comunitaria se vivió como un momento entrañable, en el que se compartieron experiencias y sonrisas entre entidades, familias y personas usuarias de distintos puntos de Castilla y León.
El broche de oro lo puso la actuación musical del grupo “Mures”, que animó a bailar y celebrar el final de una jornada inolvidable, marcada por la unión, la diversidad y el compromiso con una atención más humana y centrada en la persona. Desde ASPACE Castilla y León se lanza un mensaje claro y contundente: Una vida digna es posible cuando los apoyos son los adecuados.
