Periódico de León Digital / Ahora León / Texto: P. Blanco / Imagen: S. Arén / Raquel
Hoy desvelamos uno de los pequeños secretos leoneses, de esos que no deberían de estar tan ocultos. Raquel Martínez es una de esas joyas escondidas. La leonesa es la actual Campeona de España de esquí alpino adaptado.
La atleta nació con una parálisis cerebral hace 24 años, la cual condiciona sus movimientos tanto de piernas como de brazos. A la pronta edad de 5 años empezó su amor por la nieve, aunque según afirma todo fue por gracias a sus padres, que fueron los que la introdujeron en este mundo que acabó embaucándola por completo.
Con el tiempo ha ido especializándose y visitando la nieve con más frecuencia, puesto que cuando empezó y conoció a su amigo blanco, únicamente pisaba la nieve 4 días al año. “Cuando conocí el deporte en la nieve en su ámbito competitivo me puse más en serio a entrenar” afirmaba Raquel, mientras explicaba que uno de los grandes éxitos deportivos, sin menospreciar el Campeonato de España, ha sido su capacidad para controlar las piernas con más destreza.
Es curioso como mira de lado sus éxitos deportivos, centrándose más en la calidad de vida que le ha dado el deporte. “Me gustaría estar ligada a la nieve en un futuro, me gustaría dar clases cuando me canse de competir” decía Raquel.
Su preparador físico, Ricardo Alcalde, trabaja con la atleta en el CAR de León para mejorar sus limitaciones que, según admite, las acumula sobre todo en el movimiento de sus brazos. “Mi mayor limitación más que las piernas, son los brazos. Yo de hecho esquío sin bastones porque como lo haga con ellos me la pego seguro…” admitía Raquel, que gracias a la federación española disfruta de la mejor instalación deportiva de la provincia de León.
Además del CAR y los pocos patrocinios de los que disfruta la leonesa (Clínica Fisioterapia Fierro y Tobaventura S.L.) la mejor atleta española de esquí adaptado desea poder dedicarse profesionalmente a esta especialidad y poder participar, en un futuro, en unos Juegos Paralímpicos de invierno, pasando por revalidar el título de campeona de España y tomar parte en varias competiciones internacionales (competiciones ITCAs).
La persistencia y las ganas de mejorar la empujan a entrenar durante 3-4 horas diarias cuando no hay nieve. Con la llegada del invierno y su mejor amigo blanco, su ímpetu se extiende aumentando las horas de entrenamiento, utilizando la nieve por las mañanas y dejando el importante trabajo físico para la tarde. “Este año tengo tres concentraciones en la nieve con el equipo nacional en las que espero hacerlo bien” dijo Raquel, que tiene la primera de ellas este diciembre en San Isidro.
En un primer momento, Raquel ha concentrado sus esfuerzos en controlar su cuerpo y corregir las descompensaciones propias de su parálisis. Su preparador físico asegura que el trabajo de fuerza es primordial en este aspecto, sin menospreciar el trabajo aeróbico sobre la bicicleta, su peor pesadilla según admite bromeando y la elíptica.
Gracias a este trabajo la atleta ha conseguido retos personales, que para ella son más importantes que los deportivos. “He logrado controlar mi cuerpo y realizar movimientos que antes me parecían impensables, ¡incluso he comenzado a correr!”.
Uno de los muchos atributos que tiene el deporte, sin menospreciar los competitivos, ha cuajado en Raquel Martínez. La leonesa que conoce la situación tan infravalorada del deporte paralímpico ha visto en esta especialidad algo que mejora su día a día y le hace feliz. “El deporte en la discapacidad hace mucho”, concluyó diciendo, refiriéndose también a su hermano Javi, que a pesar de tener síndrome de Down, triunfa en la natación. Pero ésta será otra historia y otro secreto leonés, que será revelado.