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Me acuerdo que de pequeño tenia un diario, con 6 candados, mis pensamientos, miedos, inseguridades, amores… todo estaba plasmado allí. Con el tiempo, repasando aquellos pensamientos de niña con la visión de una persona adulta me di cuenta de que siempre daba las gracias por algo,
De aquí me viene la costumbre de seguir haciendo todos los días una lista de agradecimientos y ponerlas por escrito, de este modo soy consciente de la cantidad de cosas buenas y positivas que me pasan a diario, también las no tan positivas… me ayuda a cambiar el foco.
Así cuando las aterrizo y las hago más presentes, puedo focalizarme en ellas y de esta manera no sólo me fijo en la otra cara de la moneda, en la parte menos positiva, problemas y aspectos desagradables que también a todos y todas de manera inevitable nos rodean.
Como Persona Altamente Sensible, la elaboración de estas listas de gratitud me ayudan a decirle “adiós” a la queja. Me ayuda a cambiar el rol de victima de la Alta Sensibilidad, disminuyendo considerablemente las quejas y la actitud negativa nada beneficiosa, asumiendo una actitud más proactiva.
Llegados a este punto seguro que estáis pensando ¿por donde empiezo?
La idea es sencilla, se trata de escribir, listar, anotar de la manera que te sea más cómoda esas cosas y detalles que te ocurren y vayas experimentando en tu día a día y que merecen la pena ser agradecidas.
Puedes elegir un cuaderno de rayas, cuadriculado, un cuaderno en blanco, una agenda de trabajo o quedarte con el formato clásico y tradicional de diario de los de verdad que aún venden en las papelerías y anotar de lunes a viernes o de lunes a domingo la lista de experiencias y cosas buenas que vayan pasando.
Pero recuerda… no estas escribiendo una novela debes hacer un esfuerzo de honestidad y de sinceridad y buscar esos pequeños detalles o esos enormes momentos merecedores de un “gracias”.
Es posible que cuando empieces con el diario te cueste más encontrar y detectar esos momentos para agradecer, no te preocupes, es totalmente normal que ocurra eso. En cuánto te acostumbres, seas paciente y no abandones la tarea, verás cómo cada día te resulta un poquito más sencillo.
Ya te imagino.. ¿Qué pongo? Como somo PAS, las ideas atiborran nuestra mente, esto nos bloquea y genera ansiedad.
Respira, concéntrate en pequeños momentos del día, lo importante es saber detectar esos momentos, unos, dos o tres… Ya verás que con la práctica, y a medida que vayas entrenando la actitud positiva, ese número irá creciendo poco a poco.
El diario de gratitud tiene grandes beneficios para nosotros, las PAS, nos obliga a concentrarnos en el aquí y ahora, a hacer solo una cosa a la vez, en resumen estamos aprendiendo a llevar las riendas de nuestros pensamientos, con los beneficios que esto tiene para nosotros.
Ya para terminar, seas PAS o no, puedes anotar en tu diario y también tener en cuenta para agradecer esas capacidades que te hacen ser especial y diferenciarte de los demás: tu sentido del humor, lo bien que bailas, tu habilidad con la guitarra, tus dotes culinarias… no se trata sólo de cosas materiales, para nada.
Recuerda, busca tu rincón de paz, un cuaderno que te guste, un bolígrafo que escriba bien, a tu gusto, tu respiración y tu mente.. ¿Hay algo mejor?
