El profesor Carrillo es un joven ingeniero industrial que cree firmemente en la importancia de fomentar el emprendimiento y las habilidades sociales desde niños y el objetivo de la asignatura que él ha creado, Genyus School, es «transmitir ese espíritu y mentalidad de emprendedores a los jóvenes desde la escuela».
En la asignatura Genyus School, el método de aprendizaje es sencillo: educar a través de la diversión y la emoción. Ganar la atención de los alumnos casi no hace falta, porque cada actividad tiene origen en uno mismo. “Desarrollan sus proyectos a partir de cosas propias que les motivan, problemas reales a nivel social o medioambiental que les generan inquietudes, y así logramos crear un vínculo emocional, porque les gusta su proyecto y adquieren compromiso sin forzarles a nada”, relata el director. Nada de libros, exámenes o repeticiones; se aprende “haciendo”, con retos o juegos. Un ejemplo habitual para la parte de gestión emocional recibe el nombre de ‘Teatro de las emociones’. Se trata de una dinámica en la que los alumnos trabajan simulando diferentes situaciones de emprendimiento, que enfocan a través de distintos sombreros que simbolizan esos sentimientos. Los resultados dan pie al optimismo: «A veces vemos a alumnos que se quedan avanzando cosas de su proyecto en los recreos, o equipos que quedan por las tardes en casa de algún compañero para continuar con el trabajo por motivación propia».
