
La vitamina D es esencial para varias funciones en el organismo y su influencia abarca múltiples aspectos de la salud. Entre las principales funciones e impactos de la vitamina D están:
1. Salud ósea y dental
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Absorción de calcio y fósforo: La vitamina D facilita la absorción de estos minerales en el intestino, lo que fortalece huesos y dientes.
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Prevención del raquitismo y la osteoporosis: Su deficiencia puede provocar debilidad ósea, raquitismo en niños y osteoporosis en adultos.
2. Sistema inmunológico
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La vitamina D refuerza las defensas del cuerpo, ayudando a combatir infecciones bacterianas y virales. También puede disminuir el riesgo de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
3. Función muscular
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Contribuye al desarrollo y mantenimiento de la fuerza muscular, lo que ayuda a prevenir caídas y fracturas, especialmente en personas mayores.
4. Salud cardiovascular
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Hay evidencia de que niveles adecuados de vitamina D podrían reducir el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
5. Regulación del estado de ánimo
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Se ha asociado con la prevención de trastornos como la depresión, particularmente en los meses de poca exposición solar.
6. Prevención de enfermedades crónicas
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Estudios sugieren que la vitamina D puede influir en la reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer (como el de colon y mama), diabetes tipo 2 y enfermedades neurodegenerativas.
Fuentes de vitamina D
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Exposición solar: La piel produce vitamina D cuando se expone a la luz ultravioleta del sol.
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Alimentos: Pescados grasos (salmón, atún, caballa), yema de huevo, hígado y alimentos fortificados (leche, cereales).
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Suplementos: Especialmente recomendados en personas con deficiencia o baja exposición al sol.