El pan blanco se hace a partir de harina refinada, con el refinado se pierden dos de sus tres componentes, el germen y el salvado que son los mas nutritivos. En estos dos componentes residen casi todas las vitaminas, la mayor parte de los minerales y una gran porción de las proteínas ( albúmina vegetal) que este cereal contiene.
Sin el germen y salvado solo queda el endospermo, que solo contiene almidón. Cuando éste se mezcla con la saliva se convierte en glucosa, es decir azúcar puro que pasa rápidamente a la sangre produciendo elevaciones bruscas del nivel de azúcar. Para que toda esa glucosa entre en las células el páncreas debe trabajar mucho y producir mucha insulina, tanto más cuanto mas obesa y sedentaria es la persona, pues esto genera resistencia a la acción de la insulina. Finalmente el páncreas se agota y llega la diabetes.
Asimismo debemos atribuir al pan blanco el estreñimiento que muchas personas padecen. La película que recubre el grano de trigo y que se elimina con el refinado contiene celulosa, un poderoso estimulante del peristaltismo ( movimiento intestinal ) sin el cuál el avance de los excrementos hacia el recto es lento y penoso.
Todo lo que hemos dicho en contra del pan blanco, podríamos repetirlo vuelto al revés a favor del pan negro o integral.
El pan blanco es un alimento pobre en principios nutritivos, el pan integral es un alimento de primera calidad.Comiendo solo pan blanco una persona se debilitaría pronto y no tardaría en enfermar, comiendo solo pan integral podría vivir largos años porque es un alimento completo de primer orden.
Tenemos el pan blanco en todas partes, como un extra perpetuo de calorías añadidas y de baja calidad. Y está el pan de hamburguesas, que es de los mas terribles porque se trata de un producto ultrarrefinado, repleto de conservantes y química.
El problema se extiende a todos los productos elaborados a partir de harinas refinadas como pasteles, galletas, bollería industrial, pastas no integrales incluso a otros productos descascarillados como el arroz blanco.
Llamamos mas la atención sobre el pan por ser un “enemigo oculto”, ingerimos pan blanco a diario, para “ayudarnos” a comer, en bocadillos, para acompañar al trocito de jamón, en pizzas….Picamos compulsivamente los picos que nos sirven en algunos restaurantes en una cesta mientras nos traen el primer plato, es decir estamos convencidos de que se trata de un producto sano y nutritivo.
