El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, ha cumplido hoy martes su tercer aniversario al frente de la sede legionense. Y lo ha hecho en una jornada con distintas audiencias que comenzaba esta mañana con un encuentro con el prior de la comunidad de los PP. Dominicos de La virgen del Camino y que ha concluido esta tarde con la audiencia que ofrecía al grupo de los ‘Jóvenes Papones’, después de haber participado ayer en la convivencia del presbiterio diocesano que acogió el Seminario Mayor y que se dedicó a la reflexión en torno al tema ‘El modelo de organización y acompañamiento pastoral de la Diócesis. Situación presente y mirada hacia el futuro’.
ACCIÓN DE GRACIAS: TRES AÑOS DE EPISCOPADO
En este tercer aniversario como obispo de León, Mons. De las Heras ha expresado un mensaje de acción de gracias por estos tres años de episcopado al servicio de la Iglesia legionense marcados casi desde el principio por el proceso que ha abierto en toda la Iglesia Universal el ‘Sínodo de la Sinodalidad’ que comenzaba en la fase diocesana en 2021 con “esas tres mil quinientas personas, que en más de doscientos grupos se han reunido y quieren seguir reuniéndose en este proceso sinodal en que nos encontramos, un don de Dios y un soplo del Espíritu que sin duda obedece también a lo que en otros tiempo se ha sembrado, fruto de una siembra de muchos años y del trabajo realizado en esta Iglesia de León, junto con ese amplio número de personas de la Vida Consagrada dispuestas a trabajar y a colaborar con esta Iglesia Diocesana, y todo esto es motivo para una inmensa acción de gracias”.
Jornada de encuentros y audiencias en este tercer aniversario de la llegada a la Iglesia de León por parte del padre Luis Ángel de las Heras, que vivía su primer aniversario en 2021 con una jornada de viaje puesto que aquel día regresaba desde Roma a León, después de haber participado en su primera ‘visita ad limina apostolorum’ y haber mantenido un encuentro con el Papa Francisco en la audiencia que en aquella ocasión ofrecía el Santo Padre a los 24 prelados españoles que integraban el primer grupo del episcopado español en esta visita que se prolongaba en otros tres grupos episcopales hasta el día 29 de enero de este año 2022. El padre Luis Ángel de las Heras aseguraba entonces que aquel primer aniversario como pastor de la Iglesia de León era una ocasión “para agradecer este año, que ha pasado rapidísimamente, un año de gracia con mi gratitud para tantas personas, sacerdotes, diáconos permanentes, seminaristas, laicos, personas consagradas, a todos gracias por vuestra acogida, por vuestro acompañamiento”.
EN COMUNIÓN CON EL PAPA FRANCISCO
Esa valoración de aquel primer año de episcopado al servicio de la Iglesia de León, se confirmaba este año, el pasado día 28 de noviembre, con el viaje que llevaba a Roma al obispo Luis Ángel, junto con todos sus homólogos españoles, a Roma para mantener un encuentro con el Papa Francisco y los responsables del Dicasterio para el Clero de la Santa Sede en el que se abordaba el resultado de la visita apostólica a los seminarios españoles, incluidos los dos seminarios diocesanos de León, para definir el futuro de estos centros y el enfoque de la formación de los nuevos presbíteros en estas instituciones.
Desde esta cercanía con el Papa Francisco se remarca hoy la memoria de aquel sábado día 19 de diciembre de 2020, cuando el religioso claretiano Luis Ángel de las Heras tomaba el relevo de Mons. Julián López, obispo emérito, en la histórica sede de San Froilán, en una celebración de “sucesión apostólica” que entonces, por la situación de alerta sanitaria, hubo de desarrollarse con aforo limitado y con medidas de seguridad para garantizar la distancia social entre las cerca de trescientas personas que acudían aquella jornada a la Pulchra Leonina.
En su primera homilía, aquel día 19 de diciembre de 2020, a partir de una referencia directa al primer templo de la Diócesis, el pastor diocesano afirmaba que “en la Pulchra Leonina, la esperanza del pueblo de Dios se ha hecho piedra y la voz de los discípulos misioneros se ha hecho luz y color; así la hermosura y vocación de perfección de esta Catedral son imagen de la Iglesia que nos precede en el anuncio del Evangelio y, al mismo tiempo, de la Iglesia que hemos de continuar edificando por medio de la cercanía con Jesucristo y con los hermanos”, para trazar entonces todo un programa de acción pastoral para los próximos años en el objetivo de hacer realidad “una iglesia de comunión, misionera, misericordiosa y samaritana que prepare con esfuerzo, gozo y esperanza los caminos del Señor”.
