Ahora León / Opinión / Saúl Arén
Desde hoy, los leoneses debemos acatar nuevas restricciones para contener el avance imparable de una pandemia que parece no tener fin.
Primero, en Castilla y León, fuimos pioneros en aplicar el toque de queda a las 22:00 horas, confiando en que esto ayudaría a solucionar de algún modo el grave problema al que nos enfrentamos desde el pasado mes de marzo.
Después, se fueron tomando medidas cada vez más restrictivas que la gran mayoría de los ciudadanos hemos acatado a nuestro pesar. Cada día nos afecta una nueva normativa y una nueva recomendación por parte de quienes deberían gobernarnos de forma clara, pero lo cierto es que cada paso que se da y cada norma que se dicta hacen que sean mayores las dudas y más confusas las conductas que los ciudadanos tenemos que tener en nuestras mentes.
Desde la Junta piden al Gobierno un confinamiento que puede parecer que nos haría estar mucho mejor de lo que ahora estamos, pero ¿qué consecuencias económicas acarrearía?, ¿cuántos negocios soportarían otro cierre?
Cierto es que hay que tomar medidas, pero deben ser coordinadas. En el momento que vivimos, no debería haber un Gobierno de España, una Junta de Castilla y León, un Ayuntamiento de León y una Diputación de León, sino que en mi opinión debería haber un bloque sólido en el que por una vez la política no existiera. Es precisamente la ausencia de ganas de actuar en conjunto la razón por la que se continúa desmoronando León, algo que puede ser extensible a todo el territorio español.
Esta crisis sanitaria, que ya nos ha llevado de nuevo a otra económica, ha de pararse entre todos. Las instituciones deben ser gestoras de los recursos económicos que todos proporcionamos para el correcto funcionamiento del Estado. Y ahora es el momento de hacer los deberes, porque los colores políticos no importan si queremos salir de este nuevo bache que nos ha tocado vivir.
