La normativa define leche como la secreción mamaria de animales lecheros obtenida mediante uno o más ordeños. En el caso de la leche de oveja, se trata de un producto rico en nutrientes. Presenta hasta un 30% de materia seca y un 58% de proteína total. Además, sus glóbulos grasos tienen el doble de tamaño en relación a otras leches.
Asimismo, la leche de oveja es fuente de proteínas (caseínas, alfa-lactalbúmina, beta-lactoglobulina y proteínas antibacterianas como lactoferrina, inmunoglobulinas, etc.), minerales (calcio, magnesio, zinc y fosfatos), vitaminas (B1, B2, B12, retinol, folato, niacina, vitamina D, A y C), ácidos grasos y aminoácidos esenciales, en una proporción muy superior a la que presentan las leches de vaca y de cabra e, incluso, a la de la leche materna lo que favorece el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
Además, posee muchos beneficios que la hacen idónea para cuidar nuestra salud. Entre ellos cabe indicar:
- Es muy digestiva por su alto contenido en triglicéridos, que aportan un mayor valor energético. Por ello es un alimento recomendado para los deportistas que realicen una disciplina de alta intensidad.
- Posee un alto porcentaje de nutrientes como el calcio y potasio, que son muy importantes en el fortalecimiento de los huesos, sobre todo en edad temprana.
- Evita el aumento del indeseado colesterol, ya que tiene menos que el resto de las leches.
- Posee un alto contenido en hierro, elemento perfecto para personas que padezcan o quieran prevenir la anemia.
- Tiene un alto porcentaje de vitamina A y C. La vitamina A es muy importante para el fortalecimiento del cabello y para el normal funcionamiento de nuestro sentido de la visión. La vitamina C nos ayuda en el refuerzo de nuestro sistema inmunológico frente a diversos ataques de bacterias y virus.
- Combate los radicales libres de los alimentos debido a su alto contenido en vitamina E, que actúa en la prevención del cáncer.
- La leche de oveja tiene un alto poder antiinflamatorio, que ayuda en la recuperación de los procesos que presenten estos síntomas.
- La leche de oveja estimula el flujo sanguíneo al contener un alto porcentaje de las vitaminas B y K, que favorecen la generación de glóbulos rojos.
Por todo esto, la leche de oveja y sus productos pueden ser consumidos por su alto valor para el bienestar y la salud de la población general, motivo por el que la Organización de Productores de Leche de Oveja de Castilla y León prepara ya una campaña específica en Redes Sociales para el fomento de su consumo.