La ermita de San Roque, en Valdavido (León), ha pasado de ser punto de encuentro comarcal a encontrarse en “cuenta atrás”. Ante el riesgo real de colapso del edificio, los vecinos y la Junta Vecinal, con el apoyo de Hispania Nostra, han lanzado una campaña de micromecenazgo para salvar la ermita de San Roque a través de la plataforma de crowdfunding de la entidad. El objetivo es reunir 60.000 € para consolidar el terreno, reforzar la cimentación y sustituir la cubierta aún dañada, evitando así la desaparición de uno de los enclaves más emblemáticos de Cabrera.
Una campaña urgente para evitar el derrumbe
La iniciativa se presenta como una respuesta directa a la degradación acelerada del templo. Situada en el camino entre Valdavido y Truchas, la ermita permanece cerrada al público desde hace más de una década por goteras, grietas y hundimientos, que han hecho inviable la celebración de actos en su interior.
En Madrid, 2 de diciembre de 2025, Hispania Nostra confirmó que su plataforma de micromecenazgo vuelve a ponerse al servicio de esta causa. La campaña busca movilizar a la ciudadanía, a la diáspora cabreiresa y a quienes valoran el patrimonio rural para sumar pequeñas aportaciones que permitan acometer las obras de consolidación estructural.
Según los promotores, sin financiación pública y con recursos locales muy limitados, las intervenciones vecinales ya no son suficientes. Las pequeñas reparaciones realizadas hasta ahora solo logran frenar parcialmente el deterioro, pero no atajan el problema de fondo.
Un templo del siglo XVI, clave en la memoria de Cabrera
La ermita de San Roque hunde sus raíces en la historia de la comarca. Su origen se remonta a finales del siglo XVI, cuando fue erigida bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias. Más tarde incorporó la devoción a San Roque, muy ligada a las epidemias de la época.
Durante los siglos XVIII y comienzos del XIX se llevaron a cabo ampliaciones y mejoras significativas: la construcción de la espadaña en 1797, la reforma del presbiterio y la sacristía. El edificio, de planta rectangular, destaca por la nave y el presbiterio separados por un arco triunfal de medio punto, un pórtico exterior con pilar central y una singular armadura de par y nudillo.
En su interior conserva dos tallas de gran valor devocional y artístico: la Virgen de las Angustias y San Roque, ambas sin retablo. Para los vecinos, perder este conjunto significaría renunciar a una parte esencial de su memoria colectiva.
De corazón social de la comarca a templo cerrado
Durante generaciones, la ermita ha ejercido como punto de unión para Cabrera. Cada 16 de agosto ha acogido la festividad de San Roque y, en septiembre, ha sido lugar de partida del tradicional ascenso de los pendones al castillo de Peña Ramiro.
Sin embargo, el avance de las patologías estructurales obligó a cerrar el edificio y a prohibir la celebración de actos en su interior. En 2019, gracias al esfuerzo vecinal, se acometió una intervención de emergencia en la cubierta y en el arco de medio punto. Esa actuación frenó daños mayores, pero no resolvió el problema principal: la ermita carece de cimentación adecuada y el terreno provoca un hundimiento progresivo que amenaza con el derrumbe total.
Para los habitantes de Valdavido, el cierre del templo ha supuesto la pérdida de un espacio de culto, de convivencia y de tradición que había actuado como corazón espiritual y social de la zona durante siglos.
Cimentación inyectada y nueva cubierta, primeras actuaciones
El proyecto técnico asociado a la campaña de micromecenazgo para salvar la ermita de San Roque establece una hoja de ruta clara. La primera intervención prevista es la cimentación inyectada, un sistema que permite consolidar el terreno con resinas expansivas para mejorar sus propiedades mecánicas e hidráulicas. El objetivo es estabilizar la estructura y lograr un leve movimiento de elevación que asegure la máxima consolidación segura del edificio.
En paralelo, se plantea la sustitución total de la parte de la cubierta aún sin restaurar, ya que la zona no intervenida continúa provocando filtraciones y daños estructurales. Solo con una cubierta estable se podrá garantizar la protección de los muros y del interior de la ermita frente a la lluvia y las inclemencias meteorológicas.
Mejoras adicionales si la recaudación lo permite
En función del éxito de la campaña, el proyecto contempla actuaciones complementarias. Entre ellas figuran la restauración de las carpinterías de madera, la rehabilitación de los bancos, la instalación de iluminación interior mediante placas solares fotovoltaicas, el rejuntado de paredes, la limpieza del retablo y la adecuación del entorno.
Estas intervenciones adicionales permitirían no solo asegurar la estabilidad del edificio, sino también recuperar la ermita como espacio de uso comunitario, preparado para acoger de nuevo celebraciones religiosas, actividades culturales y encuentros vecinales.
Un fragmento del alma de Cabrera en juego
Los impulsores de la iniciativa insisten en que la pérdida de la ermita de San Roque supondría “borrar un fragmento del alma de Cabrera”. El templo representa siglos de historia, devociones compartidas y tradiciones transmitidas de generación en generación. Su desaparición significaría romper un eslabón esencial en la identidad de Valdavido y de toda la comarca.
Por ello, la campaña de micromecenazgo para salvar la ermita de San Roque se presenta como una oportunidad para que la ciudadanía participe de manera directa en la defensa del patrimonio rural. Cada aportación, subrayan, acerca un poco más el objetivo de evitar que un símbolo colectivo se derrumbe para siempre.
El papel de Hispania Nostra en la defensa del patrimonio
Hispania Nostra, fundada en 1976 y declarada de utilidad pública, actúa como referente nacional en la protección del patrimonio cultural y natural. Representante en España de Europa Nostra, la asociación impulsa diversos programas destinados a identificar, proteger y difundir bienes en riesgo.
Entre sus iniciativas destacan la Lista Roja del Patrimonio, que visibiliza los bienes amenazados, y los Premios Hispania Nostra a las Buenas Prácticas, que reconocen proyectos ejemplares de conservación. Además, la entidad gestiona una plataforma de micromecenazgo especializada en patrimonio, que ofrece apoyo jurídico y técnico a asociaciones locales, profesionales y comunidades que desean salvar sus monumentos.
En este contexto, la campaña en favor de la ermita de San Roque se integra en una estrategia más amplia de participación ciudadana, que busca sumar fuerzas y canalizar la implicación social en la protección del legado histórico para las generaciones futuras.
