Ahora León / Cruz Roja
La bajada de las temperaturas agrava la situación en la que viven las personas sin hogar. Esto ha llevado a Cruz Roja a incrementar las acciones de intervención con este colectivo.
Uno de los recursos clave con los que cuenta Cruz Roja en este sentido son las Unidades de Emergencia Social –UES-, con implantación actualmente en 34 provincias españolas. Las personas que componen las UES forman un equipo que integra distintas disciplinas como el trabajo social, la asistencia sanitaria, la psicología, etc. Una parte muy importante de estos equipos la componen personas voluntarias, más de 2.000 en la actualidad. La clave es ofrecer a las personas sin hogar un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida ‘in situ’, frente a situaciones de emergencia social, actuando como puente entre la calle y la red de atención.
Café, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha, mucha escucha. Estas son pautas que siguen los integrantes de las Unidades de Emergencia Social en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle, en número creciente. La Organización ha constatado un aumento de la exclusión residencial entre las personas que atiende, tres veces superior al que sufre la población general, y las UES son una parte de la respuesta a este fenómeno.
“Nuestro objetivo, además de ofrecer ayuda básica como el café con leche, mantas, bocadillos, etc, es, sobre todo, ofrecerles todo el apoyo posible para tratar de salir de esa situación”, apunta Belén, voluntaria de una de las Unidades de Emergencia Social.
Pero, además de las UES, mayoritariamente financiadas a través de fondos procedentes de la recaudación del 0,7% del IRPF destinada a otros fines de interés social, Cruz Roja cuenta con otro tipo de intervenciones.
Así, por ejemplo, en Granada cuentan con el proyecto ‘La Tahona’, dos pisos en los que las familias pueden comer y preparar la comida para varios días de la semana, además de poder hacer la colada, acceder a talleres de ahorro, etc. En Castellón tienen el ‘Café Solidario’: un grupo de voluntarios sale cada noche con un vehículo y ofrece café con leche, sopa caliente y algo de comida, así como ropa de abrigo a las personas que pernoctan en la calle: parques o cajeros de entidades bancarias. En Alicante se desarrolla un programa especial de atención en asentamientos; en León y muchas otras ciudades se cuenta con Centros de Higiene también para personas sin hogar; además de las intervenciones que se llevan a cabo con trabajadoras del sexo en ciudades como Málaga.
Por otra parte, con motivo de la bajada de las temperaturas, se han activado distintos Protocolos contra el Frío en distintas Asambleas de la Cruz Roja, en coordinación con ayuntamientos, Cáritas y Policía, como en Cáceres, Murcia o el proyecto ‘Sen Teito’ de la Xunta de Galicia. Otro ejemplo es Girona: se ‘peina’ la ciudad en busca de personas sin techo. Una vez localizadas, se les ofrece alojamiento en el centro social del Ayuntamiento, que habilita camas extra por el frío, se les ofrece bebidas calientes y mantas en el caso de que no quieran dicho alojamiento. Muy similar es el servicio de ‘Ola de frío’ que se activa en Asturias del 15 de noviembre al 15 de marzo, y que atiende a 100 personas al día, también en coordinación con la Policía.
La atención a las personas sin hogar incluye además el reparto de kits invernales (compuestos por distintas prendas de abrigo y sets de higiene) como en el caso de Bilbao a través de Cruz Roja Bizkaia. En la mayor parte de los ámbitos, se combina tanto la intervención de las UES con otros recursos como albergues (Comunidad de Madrid) o centros de día para higiene básica, lavar y secar la ropa, corte de pelo, etc, como en Tarragona.
A través de estas intervenciones, Cruz Roja Española atiende a más de 11.000 personas sin hogar anualmente.
El conocimiento que Cruz Roja tiene sobre la situación de las personas sin hogar no se deriva sólo de su cercanía a la vulnerabilidad social. La Organización también analiza las características de este fenómeno para mejorar su intervención y para sensibilizar a la sociedad sobre una realidad que tiene hoy muchas caras y muchos riesgos de cronificación. A este respecto destacan los Estudios sobre las Personas Sin Techo que realiza periódicamente la Cruz Roja de Zaragoza.
El trabajo de Cruz Roja con estas personas en situación de extrema vulnerabilidad va mucho más allá de medidas asistenciales, actuando como puente hacia otros recursos orientados a la inclusión social y a través del trabajo en red y alianzas con distintas organizaciones de la sociedad civil, como la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN).