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El Hospital San Juan de Dios de León ha potenciado Dermatología con la incorporación a su cuadro médico de la doctora Marta Lamoca Martín. Esta especialidad, en la que también trabajan Luis Miguel Valladares Narganes y Miguel Enrique Egido Romo, tiene más de 2.200 enfermedades listadas.
No obstante, según precisa la experta, el eczema, el acné, la urticaria, la queratosis seborreica, la alopecia y patologías inflamatorias y crónicas de la piel como son la dermatitis atópica y la psoriasis copan las consultas. Éstas últimas conllevan «enormes alteraciones» en la calidad de vida de quienes la padecen. Por eso, es muy importante empatizar con un tipo de pacientes que, pese a haber mejorado gracias a los tratamientos biológicos, a menudo se sienten frustrados.
Y todo ello sin olvidar un cáncer de piel que en León, según subraya, tiene una mayor incidencia por el envejecimiento de su población. “Aquí la gente –mucha con fototipo claro- es muy mayor y ha trabajado la mayor parte de su vida en el campo“, reflexiona sin dejar pasar por alto una dispersión geográfica que no ayuda. “El hecho de no tener cerca un ambulatorio u hospital hace que nos encontremos a menudo con casos avanzados“, asegura.
El sol aporta al organismo vitamina D a la piel que no solo aumenta la absorción del calcio en los huesos, sino que contribuye a prevenir enfermedades autoinmunes y algunos tumores como el cáncer de colon. Sin embargo, en dosis elevadas y sin protección se puede volver en contra de uno porque, al tener memoria, el que se revela el órgano más grande del cuerpo humano va perdonando los estragos a los que es sometido a lo largo de la vida, pero jamás los olvida.
“En el caso del melanoma, el cáncer cutáneo más agresivo, vemos un número más elevado pero se diagnostica antes. Y eso mejora su pronóstico“, señala Lamoca. Y es que su curación depende en gran medida de su detección precoz. Por eso, según apunta, es importante controlar los nevus o lunares ante bordes irregulares, crecimientos anormales y tonalidades diferentes.
Una telemedicina que se consolida
La fotografía clínica en Dermatología es muy poderosa al tratarse de una especialidad visual. En este sentido, la pandemia de COVID-19 ha consolidado la telemedicina permitiendo evitar derivaciones innecesarias al especialista y, en consecuencia, recortar las listas de espera. “Es una herramienta que, aunque hay que utilizar con cabeza, tiene unos resultados muy positivos“, indica en relación a la reducción de los plazos para la obtención de resultados y, en consecuencia, de los tiempos de demora que soportan los pacientes.
El uso continuado de mascarillas y equipos de protección individual están provocando -tanto por la oclusión que conlleva como por el roce en las zonas de ajuste- problemas cutáneos como la rosácea o exacerbando otros ya existentes como el acné. Patologías en cuya aparición también está implicado el estrés. “También vemos mucho eczema irritativo en manos por el abuso de geles hidroalcohólicos“, según sostiene.
Tatuajes, piercings, esmaltados e ITS
Lamoca, que echa en falta una mayor coordinación con Atención Primaria, expone asismismo el aumento de las reacciones adversas por tatuajes, piercings y esmaltados de uñas permanentes y semipermanentes. “La sensibilización a los acrilatos se va a situar como una de las primeras causas de alergia“, avanza.
Del mismo modo, alerta de unas infecciones de transmisión sexual (ITS) como la sífilis o el virus del papiloma humano (VPH) que se han disparado. “Se ha perdido el miedo al contagio del VIH/Sida“, argumenta.