La borrasca Patricia está pasando por centro Europa y llegó en la jornada del jueves al norte de nuestro país. Durante el viernes todavía veremos sus efectos, principalmente en el área cantábrica, donde los cielos seguirán nubosos y con chubascos que podrían ser fuertes o persistentes y venir acompañados de tormentas en el Cantábrico más oriental.
En el resto del país, aunque con cielos soleados, sí se notará el descenso térmico que en zonas del interior de la península podría llegar a ser de 12 a 15 grados menos que en días anteriores. De hecho, la madrugada del sábado los termómetros podrían descender hasta los 10º en localidades como Burgos, León, Palencia, Soria o Teruel. En el caso de sitios de montaña, las madrugadas podrían ser todavía más frescas: hasta los 5ºC podrían tener en zonas de montaña del norte del país.
A partir del sábado, se producirá una tendencia a la estabilización progresiva, aunque pueden seguir las precipitaciones en el área cantábrica oriental y Pirineo Occidental, así como ligeras lluvias durante la jornada del domingo en el nordeste de Cataluña y el archipiélago balear, según reporta la Agencia Estatal de Meteorología. Los vientos podrían ser especialmente intensos en el caso de la tramontana en Ampurdán, el cierzo en el Ebro y el levante en el Estrecho. El archipiélago canario recibirá fuertes rachas de vientos alisios también este fin de semana.
¿Cuándo nos deja Patricia?
«Es probable que estemos a partir del lunes o el martes ante una nueva ola de calor que sería la tercera de este verano«, indican desde la Aemet. Predominarán los cielos poco nubosos o despejados salvo en algunas zonas de la costa cantábrica y mediterránea. Se espera que las temperaturas aumenten hasta valores inusualmente altos, tanto en el caso de las máximas como de las mínimas.
Este episodio cálido, que se podría alargar durante buena parte de la semana que viene, se deberá a la llegada de una masa de aire cálido procedente del norte de África, junto con una estabilización del tiempo cuasada por una dorsal. Según señalan desde la institución meteorológica, «una dorsal es una zona de altas presiones asociada a aire cálido y abarcará toda nuestra geografía. Estas altas presiones favorecen una atmósfera estable en la que no hay apenas nubes y por lo tanto, brilla el sol con fuerza calentando la superficie intensamente. Ese calor es posteriormente transmitido al aire».
