
La empatía, entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos y perspectivas, se convierte en una herramienta esencial para fortalecer las relaciones intergeneracionales.
A esto nos referimos desde Activos y Felices cuando ponemos en marcha el taller “Empatizando con la vejez”. Actividad que desde la asociación llevan cabo gracias al Simulador de Edad, donado por la Fundación Cepa y que hace que los futuros profesionales de la salud puedan “sentir en primera persona las dolencias típicas de la vejez y de algunas discapacidades sensoriales”.
En una sociedad que envejece rápidamente, el vínculo entre jóvenes y adultos mayores cobra una relevancia especial. A medida que las personas mayores enfrentan desafíos como la soledad, la pérdida de autonomía y el deterioro de la salud, la empatía por parte de los más jóvenes puede marcar una diferencia significativa en su calidad de vida.
Los alumnos aprendieron a implementar la herramienta “mapa de la empatía” a la vez que pudieron probar las diferentes partes del simulador de edad.
Sin duda el momento más emotivo corrió a cargo de Nacho, enfermo de Parkinson quien con su experiencia vital y de salud les demostró que “las redes sociales, las de verdad no las del movil, están al lado de cada uno, en un amigo, un familiar, un vecino… la ayuda a los demás y la empatía son la base de un futuro de calidad y justicia, de vosotros depende en que mundo queráis vivir”.
La fisioterapeuta Alicia ndel Cato, con la ayuda de Ivan Garcia fue la encargada de poner el simulador a los estudiantes a la vez que iba explicando las dolencias físicas a las que hacia referencia, Lisa Mires, Profesora y Coach fue la encargada de añadir emociones a las sensaciones físicas a la vez que implementaba el “mapa de la empatía”.
Por su parte Ana Alonso es arquitecta y responsable del area de Accesibilidad de Activos y Felices y en este proyecto lleva a cabo la toma de datos para poder realizar un estudio en profundidad acerca de los cambios que se producen en los estudiantes gracias a esta actividad.
La relación empática entre jóvenes y adultos mayores no solo beneficia a los mayores. Los jóvenes también ganan una valiosa perspectiva de vida al interactuar con personas que han vivido décadas de experiencias y con las que han de trabajar a corto plazo, pues su formación académica les lleva hacia allí.
“Estas interacciones pueden fomentar la paciencia, la tolerancia y la comprensión en los jóvenes, cualidades que son esenciales para el desarrollo personal y social”, agrega Belen Aren, presidenta de Activos y Felices
Ahora el simulador de edad viaja a Salamanca, Avila y posiblemente cruce el charco, todo con un claro objetivo, acercar generaciones.