
Esta normativa incluye, entre otras protecciones, contratos de trabajo, acceso a la seguridad social, cobertura en caso de enfermedad o maternidad y otras garantías equivalentes a las de trabajadores de otros sectores.
Se trata de una revolución para el sector, cuyo objetivo es combatir la explotación y fomentar una mayor dignidad, estabilidad y seguridad para los profesionales del ámbito sexual.
Sin embargo, mientras Bélgica avanza hacia una mayor inclusividad, en España el debate sobre el trabajo sexual sigue siendo divisivo y está marcado por políticas restrictivas.
La redacción de Escort Advisor, el primer buscador de trabajadoras sexuales con opiniones en Europa, pidió a las escorts españolas que comentaran esta situación y compartieran sus opiniones sobre lo que está sucediendo en Bélgica y la situación actual en España.
Los testimonios recogidos, publicados íntegramente en Escort Advisor (https://www.escort-advisor.xxx/cronica/558), ofrecen una visión directa y personal sobre este delicado tema que merece cada vez más atención.
Las voces de las escorts españolas: un grito por el reconocimiento
Las trabajadoras sexuales en España, no protegidas por la ley y frecuentemente estigmatizadas, han expresado opiniones variadas, aunque en su mayoría de admiración hacia lo que está ocurriendo en Bélgica.
Muchas han señalado cómo la aprobación de una norma similar en España podría tener un impacto positivo en sus vidas laborales y personales. Entre los comentarios más destacados se encuentran los siguientes:
– «En España nos ignoran, nos ven como esclavas y no escuchan. Una ley así sería un cambio, pero queda mucho por hacer», dice Sofía, joven escort colombiana con opiniones en Escort Advisor.
– Lola, escort madrileña: “Es un primer paso, pero para mí este trabajo es libertad. No trabajaría en un club, pero respeto a quienes lo hacen. ¿Y los demás?”
– «Mientras sigan votando contra nosotras, nada cambiará. Esto es un trabajo con sacrificios que nadie valora”, comenta Blanca, de Alicante.
Al mismo tiempo, algunas profesionales del sexo han expresado preocupaciones sobre la implementación de este tipo de normativas, subrayando que esta ley, en realidad, protege a los propietarios de locales, clubes y agencias, pero no hace nada por aquellas profesionales que desean trabajar de forma autónoma. Este análisis también ha sido abordado por el diario británico The Guardian (https://www.theguardian.com/world/2024/dec/01/belgium-sex-workers-win-maternity-pay-and-pension-rights-in-world-first).
La situación en España: restricciones y falta de diálogo
En España, el trabajo sexual se encuentra en un limbo. Aunque no es totalmente ilegal, la falta de un marco normativo claro a menudo lo convierte en sinónimo de precariedad y vulnerabilidad. Además, algunas políticas recientes buscan restringir aún más la profesión, destacando un enfoque más restrictivo que no tiene en cuenta las necesidades de las trabajadoras.
Las opiniones recogidas también reflejan un descontento general respecto a la falta de diálogo entre las instituciones y las personas directamente involucradas. «Hablan de nosotras, pero no con nosotras», es una frase que se repite con frecuencia entre los comentarios de las escorts españolas.
Mike Morra, fundador de Escort Advisor , al comentar la ley belga, declaró: “Llevamos 10 años promoviendo la idea de que el trabajo de escort es una profesión que merece derechos y regulación, defendiéndolo también en los periódicos. Es significativo que un país como Bélgica, exactamente al contrario de España, haya decidido avanzar en esta dirección, aunque aún queda camino por recorrer para el reconocimiento de los derechos de las escorts independientes, que eligen este trabajo precisamente por la libertad que ofrece”.
En conclusión, el fundador de la plataforma afirmó en la página del sitio: “El trabajo sexual puede ser una elección legítima y libre, algo que la política española debería entender de una vez, en lugar de llevar a cabo una caza de brujas disfrazándola de defensa de los derechos de las mujeres”.
¿Una oportunidad para el futuro?
El camino emprendido por Bélgica representa un posible ejemplo para otros países europeos, incluida España. Reconocer el trabajo sexual como una verdadera profesión no significa promoverlo, sino garantizar derechos básicos, seguridad laboral y la posibilidad de evitar la explotación o la marginación.
“A través de testimonios y análisis, nuestro objetivo es contribuir a promover un debate abierto y consciente sobre un tema complejo pero crucial”, declaró Mike Morra. “Esperamos sinceramente que nuestra aportación pueda abrir el camino a un diálogo constructivo en España y en Europa, para que todos los trabajadores, independientemente del sector, puedan disfrutar de los mismos derechos y protecciones”.