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El Boletín Oficial de Castilla y León ha publicado hoy, miércoles 25 de enero, la resolución del Consejo Económico y Social de Castilla y León relativa a la adjudicación del Premio de Investigación 2016 del CES y de las universidades públicas de León, Burgos y Valladolid, que integran el Campus de Excelencia Triangular E3.
De acuerdo con la resolución, el jurado ha acordado declarar desierto el primer premio, y conceder tres accésits a las investigaciones que se relacionan seguidamente:
– Accésit primero: Trabajo titulado ‘Control biológico de las enfermedades de madera de vid: un reto en la sostenibilidad del sector vitivinícola de Castilla y León’, que fue presentado por el equipo de investigación dirigido por Pedro Antonio Casquero Luelmo, catedrático de escuela universitaria de la Universidad de León (ULE).
– Accésit segundo: Trabajo titulado: ‘Hipersensibilidad alérgica a cocaína en población consumidora y alérgica de Castilla y León’, que fue presentado por el equipo de investigación dirigido por Alicia Armentia Medina, doctora en medicina y cirugía por la universidad de Valladolid, y Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.
– Accésit tercero: Trabajo titulado: ‘¿Cómo son los e-turistas en Castilla y León? Tipologías y recomendaciones estratégicas para las empresas turísticas’, presentado por el equipo de investigación dirigido por Sonia San Martín Gutiérrez, doctora en ciencias económicas por la Universidad de Burgos.
PREMIOS DESTINADOS A IMPULSAR LA INVESTIGACIÓN BÁSICAS EN CASTILLA Y LEÓN
Hay que recordar que la creación de este premio fue fruto de un convenio firmado por el CES y las universidades públicas de León, Burgos y Valladolid, con el objetivo de reconocer investigaciones universitarias básicas, no destinadas a la transferencia al sector productivo. Se trata del premio mejor dotado en el ámbito de la investigación universitaria de la comunidad, con un total de 21.000 euros (15.000 para el primer premio, y dos accésits de 3.000), si bien en esta ocasión el jurado ha optado por declarar desierto el primero y otorgar tres accésits de 3.000 euros.
El trabajo que ha sido distinguido con el primer accésit es el que fue presentado por un equipo de la ULE que lidera Pedro Antonio Casquero, de la Escuela Superior y Técnica de Ingeniería Agraria (ESTIA).
La investigación aborda el problema que presentan los viñedos de Castilla y León debido a los hongos que atacan la madera de vid. Se trata de lo que los expertos consideran como la ‘filoxera’ de nuestro tiempo, afecta más de 1.600 hectáreas en la comunidad, y de momento no tiene una solución eficaz.
En una región como Castilla y León, con gran tradición vitivinícola, el Grupo Universitario de Investigación de Ingeniería y Agricultura Sostenible (GUIAS) de la ULE está recolectando cepas de hongos de Trichoderma en viñedos para aplicarlas como método de control biológico frente a los hongos patógenos que causan las enfermedades de madera de vid.
‘Trichoderma’ está presente en la raíz de las plantas. “Es un simbionte, -comenta Casquero-, no virulento con la planta y antagonista de muchos hongos fitopatógenos, con lo que protege a la planta de distintas enfermedades”. Su uso en la agricultura tiene numerosas ventajas, ya que coloniza el entorno de la raíz de las plantas, y se establece rápidamente en la comunidad microbiológica que hay en ella, controlando a patógenos a la vez que estimula el crecimiento de la raíz, lo que permite un control sostenible frente a los hongos causantes de las enfermedades de madera de vid.
Toda la investigación la está llevando a cabo un equipo integrado por Santiago Gutiérrez Martín, Guzmán Carro Huerga, Óscar González López, Álvaro Rodríguez González, Sara Mayo Prieto, Laura Lindo Yugueros y Paulo Henrique Da Silva, y está siendo posible gracias a la colaboración entre sector público y privado, y a la generación de sinergias entre Universidad, Junta de Castilla y León, y Empresas Vitivinícolas.
El trabajo además pretende fomentar la sostenibilidad del sector agrario en comunión con las políticas medioambientales de la Unión Europea, puesto que el sector agroalimentario tiene carácter estratégico en Castilla y León, ya que representa un 29,2 por ciento en cifra neta de negocios, es el principal motor económico de la Comunidad, el que más personas ocupa y más horas trabajadas tiene.
Dentro de dicho sector, la viticultura tiene gran importancia y peso económico, con Denominaciones de Origen reconocidas en todo el mundo, y una gran implicación socio-laboral porque actúa como fijador de población en el medio rural.