La graduación Escuela de Minas ULE se celebró el 5 de diciembre de 2025 en el Aula Magna San Isidoro, coincidiendo con la festividad de Santa Bárbara, patrona de la minería. La ceremonia estuvo presidida por el vicerrector de Actividad Académica, Julio Abad, e incluyó la primera intervención oficial de la nueva directora de la Escuela Superior y Técnica de Ingenieros de Minas, Elia Judith Martínez. En total, recibieron sus diplomas 3 estudiantes de Ingeniería Minera, 17 de Ingeniería de la Energía y 2 del Máster en Ingeniería Minera y de Recursos Energéticos, acompañados por sus familias, profesorado, autoridades y representantes del sector minero y energético.
Un acto marcado por la transición energética
Durante su intervención, Abad subrayó que los nuevos titulados están llamados a jugar “un papel estratégico en la sociedad y en la transición energética”. Recordó que la humanidad se enfrenta a desafíos como la seguridad del suministro, la gestión sostenible de los recursos o la digitalización de los sistemas energéticos, y señaló que la transición energética es ya “una urgencia global” y no un horizonte lejano.
El vicerrector destacó que la minería del siglo XXI es sinónimo de conocimiento, sostenibilidad e innovación, y la definió como “una apuesta decidida por el futuro”. Además, puso en valor el esfuerzo realizado por el alumnado, señalando que esta graduación Escuela de Minas ULE supone “el cierre de una etapa importante, pero también la apertura de otra aún más apasionante” en su trayectoria vital y profesional.
En su mensaje, Abad apeló también a la dimensión ética de la ingeniería. Afirmó que el mundo necesita no solo perfiles con alta cualificación técnica, sino también profesionales con visión humana y responsabilidad social. En este sentido, animó a los egresados a llevar con orgullo el nombre de la institución y les recordó que “ésta será siempre vuestra casa”, en referencia a la Universidad de León.
El vicerrector aprovechó la ceremonia para reconocer el trabajo del profesorado, del personal de administración y servicios, así como el apoyo de las familias y de las entidades colaboradoras que sostienen la actividad académica y la inserción profesional de los egresados en el tejido productivo.
Una escuela pequeña con identidad sólida y vocación transformadora
Por su parte, la directora de la Escuela, Elia Judith Martínez, intervino por primera vez en este cargo en una jornada especialmente simbólica. Abrió su discurso recordando la relevancia de la festividad de Santa Bárbara, cuyo himno fue interpretado por el coro Ángel Barja, y se dirigió a los egresados para remarcar que han “elegido una profesión estratégica, necesaria y con un enorme futuro”.
Martínez insistió en que los titulados están preparados para afrontar los profundos cambios tecnológicos y energéticos que vive el mundo, y vinculó esta nueva promoción a los retos de la transición energética, la descarbonización y la transformación de los modelos de producción. Subrayó que “no se puede hablar de transición energética sin recursos, ni de sostenibilidad sin tecnología, ni de sociedad sin energía”, reforzando así la relevancia de los estudios de minería y energía en el contexto actual.
La directora reivindicó la identidad propia de la Escuela Superior y Técnica de Ingenieros de Minas de la ULE, a la que definió como “pequeña, pero con una identidad sólida”. Recordó que el centro ha ampliado su enfoque y hoy se entiende como un espacio de formación transversal: “somos minería, pero también somos energía, medio ambiente, territorio, innovación y desarrollo tecnológico”, afirmó. Esta visión encaja con la apuesta de la graduación Escuela de Minas ULE por perfiles versátiles, capaces de integrarse en sectores estratégicos vinculados a los recursos naturales y a las nuevas fuentes de energía.
En relación con la etapa que inicia como directora —tomará posesión el 9 de diciembre—, Martínez reafirmó su compromiso de fortalecer la calidad formativa, intensificar la vinculación con el entorno y potenciar la investigación aplicada. En su discurso se comprometió a “seguir cuidando y fortaleciendo lo que nos define: una formación rigurosa, una comunidad cercana y comprometida, y una Escuela que crece al ritmo de las necesidades de la sociedad”.
Reconocimiento académico y vínculo con el entorno
El acto de graduación Escuela de Minas ULE incluyó también la lectura de las memorias del curso académico, la intervención de la conferenciante invitada, la doctora Paula Fernández-Canteli, cuyas palabras fueron calificadas por la directora como “inspiradoras”, y la participación de la representación estudiantil, que puso voz a las inquietudes y expectativas de la nueva promoción.
La ceremonia concluyó con la entrega de diplomas e insignias de la Escuela, un momento especialmente emotivo para los egresados y sus familias. Este gesto simbolizó el cierre de una etapa formativa marcada por la exigencia académica y la cercanía del profesorado, y abrió la puerta a su incorporación a un mercado laboral que demanda, cada vez más, ingenieros especializados en recursos minerales, energía y sostenibilidad.
Con esta graduación, la Universidad de León refuerza el mensaje de que los nuevos titulados de la Escuela de Minas están llamados a desempeñar un papel decisivo en la transformación del modelo energético, la gestión responsable de los recursos y el impulso de la innovación tecnológica, ámbitos clave para el desarrollo económico y social de los próximos años.
