España afronta una factura creciente por la obesidad: 130.000 millones de euros anuales solo por esta enfermedad, según el informe El Valor Social de un mejor control de la obesidad en España, elaborado por expertos en economía de la salud junto a profesionales sanitarios y pacientes para la Fundación Weber y Lilly. El análisis proyecta que perder entre el 5% y el 10% del peso en la población con obesidad supondría un ahorro social de 20.000 millones en 2025 y 25.000 millones en 2030; si la pérdida alcanzara el 20%-25%, el ahorro escalaría a 68.000 millones en 2025 y 84.000 millones en 2030.
Conclusión clave: mejorar el control de la obesidad generaría ahorros sustanciales y un notable incremento de la calidad de vida.
Un coste sanitario y social que ya no se puede ignorar
El estudio cuantifica 18 complicaciones clínicas asociadas al exceso de peso y cómo su frecuencia desciende con diferentes rangos de pérdida ponderal. La cifra de 130.000 millones refleja no solo costes sanitarios directos, sino también pérdida de capital humano y productividad.
“Estamos en un momento histórico para abordar con eficacia la obesidad”, subraya Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos en Lilly España. “Este informe puede ayudar a que las autoridades sanitarias tomen decisiones en beneficio de los ciudadanos y de la sostenibilidad del sistema”.
Por su parte, Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, recuerda que la carga económica permanece en gran parte oculta, pues los costes indirectos “superan con creces” el gasto médico.
Dónde se producen los mayores ahorros
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Cardiovascular (ictus, SCA, IC): ahorro de 8.707 millones con pérdidas del 5%-10% y hasta 32.000 millones con reducciones del 20%-25% en 2025.
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Metabólico (prediabetes, DM2, HTA, dislipidemia, gota, SOP, MAFLD): 5.064 a 10.114 millones en 2025 según el rango de pérdida de peso.
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Otros sistemas (depresión y ansiedad, ERC, AOS, asma, albuminuria, reflujo, osteoartritis): 6.607 a 25.958 millones en 2025.
Además, las mejoras en calidad de vida e intangibles sumarían 7.353 millones de euros en 2025 solo con la franja de pérdida inferior.
Llamada a un abordaje integral y sin estigma
Las entidades científicas y de pacientes piden estrategias preventivas y terapéuticas integrales, con Endocrinología, Atención Primaria y Farmacia trabajando de forma coordinada.
“El control de la obesidad debe ser prioridad sanitaria y social”, insiste el Dr. Diego Bellido, presidente de SEEDO. Federico Luis Moya, de ANPO, reclama combatir el estigma: la obesidad “es crónica y compleja”, con problemas de movilidad en 3 de cada 4 pacientes y afectación psicológica en el 96%.
Cómo se realizó el análisis
El modelo económico contempla 2025, 2028 y 2030, parte de la Encuesta de Salud de España 2023 (39,8% de sobrepeso y 15,2% de obesidad en adultos) y proyecta población con INE y OCDE. Se distribuyen complicaciones por grados de obesidad y se estiman mejoras clínicas y de calidad de vida para pérdidas del 5%-10%, 10%-15%, 15%-20% y 20%-25%. Para monetizar los efectos se emplean cambios en IMC, utilidades de calidad de vida y gastos de bolsillo.
Clave para las políticas públicas
Invertir en el control de la obesidad no solo reduce la presión asistencial: mejora la productividad, la participación social y alivia el gasto. Con una prevalencia al alza, no actuar hoy implica pagar mucho más mañana.