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Los agentes medioambientales y técnicos del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han desarrollado durante los últimos seis años campañas anuales de seguimiento y evaluación de las poblaciones piscícolas en los ríos de la provincia de León. Los muestreos se han realizado de acuerdo a una distribución sistemática establecida a escala regional por la Red de Seguimiento y Control de las Poblaciones Acuáticas y, según la cual, cada año se muestrea una de las tres cuencas importantes de la provincia, Esla, Órbigo y Sil, por razones de disponibilidad y uso racional de los medios. A estos muestreos hay que sumar otros doce que corresponden a las estaciones que constituyen la Red de Vigilancia, que son representativas de cada cuenca y que están distribuidas por toda la provincia.
La conclusión principal que se extrae de los seguimientos realizados es claramente positiva para los ríos leoneses, tanto en el incremento del número de capturas como en su tamaño. Esto se debe a la decisión de modificar la intensidad del aprovechamiento piscícola a través de tramos sin muerte, con cupos de dos capturas gratuitos y los clásicos cotos con cuatro truchas previo pago de una tasa. Estas medidas han tenido un impacto positivo en los ríos leoneses. Esta mejora llegó tras la implantación de la Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León.
Empezando por la cuenca del Esla, con un incremento de longitud de río muestreada en 2018 del 40% respecto al 2015, se han capturado más del doble de truchas, mostrando un incremento notable, especialmente si se mantiene en el tiempo.
En el caso de la cuenca del río Sil, en 2017 se muestreó un poco más de longitud de río que en 2014 y el número de capturas se triplicó en solo tres años de margen. Un dato que demuestra la capacidad de recuperación de los ríos.
Por otro lado, en la cuenca del río Órbigo, en la que se han realizado tres campañas de muestreos consecutivas, comparando los datos de las campañas de 2013 y 2016 se aprecia cómo, muestreando aproximadamente un 50% más de longitud de río, se obtuvo el triple de capturas, coincidiendo este dato de mejora con el Sil. Comparando los datos de 2016 con los de 2019 sigue produciéndose un aumento de la población, en este caso de un 67%, que podría parecer pequeño al ver como se triplicaba en la anterior comparación, pero lo cierto es que, si se ve fríamente el número de truchas capturadas en 2019, se aprecia que es más de cinco veces superior a la foto inicial realizada en 2013, lo cual demuestra la espectacular recuperación de la cuenca del río Órbigo. Por lo tanto, ha habido seis estaciones en las que se han alcanzado cifras de más de 1.000 truchas capturadas.
CUENCA | AÑOS DE MUESTREO | Nº ESTACIONES MUESTREADAS | LONGITUD (M) | Nº TRUCHAS CAPTURADAS |
ESLA | 2015 | 55 | 4.467 | 7.430 |
2018 | 75 | 7.347 | 16.476 | |
SIL | 2014 | 78 | 6.494 | 4.816 |
2017 | 78 | 7.066 | 15.344 | |
ÓRBIGO | 2013 | 42 | 3.858 | 5.567 |
2016 | 66 | 5.978 | 15.538 | |
2019 | 66 | 6.698 | 26.028 |
Cabe mencionar que la actual Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León viene aplicándose durante las últimas seis campañas, que se han visto condicionadas por la climatología, con años de lluvias abundantes o sequías interminables. Una ley que surgió tras las demandas de los técnicos de un cambio necesario en la gestión de los ríos, ya que había una pérdida constante de densidad y biomasa a pesar de que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León había ido reduciendo paulatinamente la presión piscícola en los ríos, disminuyendo los cupos de capturas de los pescadores.
En este sentido, el servicio territorial de Medio Ambiente de León agradece a todos los pescadores su colaboración en la conservación de las poblaciones trucheras, respetando, por un lado, la normativa vigente y, por otro, mejorando el trato individual a la hora de realizar la suelta de los peces capturados, cuando se opta por el ‘captura y suelta’.