
La Junta de Castilla y León ha abonado más de 7 millones de euros durante esta semana a 185 agricultores y ganaderos de la Comunidad en el marco de las líneas de incorporación de jóvenes y planes de mejora. Con estas subvenciones se refuerza el relevo generacional, se dinamiza la creación de empleo y se acelera la modernización de unas explotaciones más eficientes, competitivas y rentables.
Relevo generacional: anticipos y pagos finales
En concreto, algo más de 3 millones de euros corresponden al anticipo para 78 jóvenes beneficiarios de la convocatoria de incorporación resuelta a finales de 2024. Además, durante el mes de septiembre se han ingresado otros 2 millones a 81 jóvenes en concepto de pagos finales de convocatorias anteriores. Así, 159 jóvenes han visto respaldado su proyecto profesional en el campo.
Modernización con foco en regadío, digitalización y energía
Junto a la incorporación, la Junta ha ejecutado cerca de 2 millones de euros en modernización de explotaciones, que alcanzan a 26 beneficiarios. De ese montante, más de 600.000 euros se han destinado a inversiones en regadíos, casi 1 millón a digitalización y 374.000 euros a eficiencia energética, incluyendo la instalación de fuentes de energía renovable. Estas actuaciones reducen costes, mejoran la sostenibilidad y aumentan la resiliencia ante sequías y volatilidad de precios.
¿Dónde se concentran las ayudas?
El reparto por tipo de explotación confirma la tendencia de diversificación del sector en la Comunidad:
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55% de las ayudas: explotaciones agrícolas.
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38%: ganaderas, con el siguiente detalle: 19% bovino de carne, 11% ovino-caprino y 3% bovino de leche.
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7%: mixtas (cultivos y ganado).
Este mapa de destinos revela un impulso equilibrado que prioriza inversiones productivas y tecnológicas, al tiempo que fortalece la sostenibilidad ambiental y económica del tejido agrario.
Impacto en el medio rural
Las líneas de incorporación y mejora fijan población, estimulan la actividad económica y actualizan el parque de infraestructuras con criterios de ahorro hídrico, digitalización y energía limpia. En suma, Castilla y León avanza hacia un sector primario más preparado, con jóvenes al frente y explotaciones competitivas en toda la cadena agroalimentaria.