
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una ambiciosa estrategia para la conservación y el mantenimiento de su red de carreteras, con el objetivo de elevar el estándar de calidad y, por ende, la seguridad vial. El director general de Carreteras e Infraestructuras, Jesús Puerta, ha sido el encargado de dar a conocer los detalles de esta inversión, que alcanzará los 270 millones de euros desde el inicio de la legislatura hasta finales de 2025. Una muestra de este compromiso es la reciente visita que ha realizado al centro de conservación que la concesionaria de la autovía del Eresma (A-601) tiene en la localidad segoviana de Carbonero el Mayor.
Puerta ha destacado que, tan solo en el presente año, se han destinado 33 millones de euros a la conservación de carreteras. Además, ha adelantado que ya se han adjudicado contratos de conservación ordinaria para la provincia de Soria por un valor de 15,4 millones de euros, y para la zona sur de Burgos, con una inversión de casi 13,8 millones de euros.
La inversión no se detiene aquí. El director general ha anunciado que en el último trimestre de este año se iniciará la licitación anticipada de otros cinco contratos que se adjudicarán en 2026. Estos nuevos contratos, con un valor global de unos 67 millones de euros, abarcarán las provincias de Burgos Norte, León Este, Salamanca, Segovia y Zamora, lo que demuestra una cobertura territorial amplia y un firme compromiso con la mejora de la infraestructura en toda la comunidad autónoma.
Un plan a largo plazo para la red viaria
El plan de la Junta para la conservación de las carreteras es integral y a largo plazo. La cifra de 270 millones de euros incluye tanto las actuaciones de conservación ordinaria como los 13 contratos de servicios con medios externos. Un ejemplo claro de esto es la conservación de la autovía A-231 (León-Burgos), una arteria vital en la región. El compromiso se extiende también a la autovía A-601 (Valladolid-Segovia), que se gestiona a través de dos contratos de concesión de obra pública, con una inversión anual de casi 29 millones de euros en su conservación y explotación.
La A-601: a la vanguardia de la digitalización
Durante su visita al centro de conservación de la autovía del Eresma, el director general pudo comprobar de primera mano las mejoras en la digitalización que ha implementado la concesionaria. En el último año, se ha llevado a cabo una completa renovación de los sistemas y equipos que garantizan el correcto funcionamiento y la vigilancia de la autovía, un factor crucial para verificar el cumplimiento del contrato mediante videoverificaciones.
Entre las mejoras más destacadas se encuentran:
- Nuevas cámaras de videovigilancia: Se han instalado 39 cámaras de última generación, que ofrecen una mayor resolución y la posibilidad de utilizar un zoom óptico y digital de hasta 30 aumentos. Esto permite una vigilancia más precisa de la totalidad de la autovía, con una visibilidad notablemente mejorada, incluso durante la noche. Estas cámaras domo, controladas de forma remota desde la sala de control, permiten un giro de 360º para enfocar cualquier punto de interés.
- Estaciones de toma de datos (ETD) renovadas: Las 16 estaciones han sido actualizadas para adaptarse a la nueva tecnología. Estas estaciones son fundamentales para el conteo de vehículos y, por tanto, para el pago del canon del contrato. Su renovación y calibración minimizan los errores de conteo, lo que se corrobora mediante videoverificaciones estadísticas.
- Modernización de la sala de control: El centro de operaciones ha sido remodelado con un nuevo videowall compuesto por seis pantallas de 55 pulgadas. Este sistema, desarrollado a medida por Sacyr Concesiones, ofrece nuevas funcionalidades, como la capacidad de mostrar múltiples cámaras simultáneamente. El resultado es una mejor calidad y un mejor nivel de servicio para el usuario final de la autovía, garantizando una gestión más eficiente y segura.
La inversión en la autovía del Eresma es un ejemplo claro del compromiso de la Junta de Castilla y León por mantener la red viaria en óptimas condiciones, combinando una fuerte inversión económica con la adopción de tecnologías de vanguardia. El objetivo final es claro: ofrecer una red de carreteras segura, moderna y eficiente para todos los ciudadanos.